El grupo municipal de Vox cargó ayer con dureza contra el gobierno local del PSOE por deshacerse de las placas fotovoltaicas del Museo del Ferrocarril, que nunca se estrenaron pese a su compra en 2012. "Es impresentable que el Ayuntamiento de Gijón se permita el derroche de tirar a la basura unos paneles fotovoltaicos que nunca se han utilizado y, por tanto, pueden destinarse a otros usos en otra ubicación", aseguró la edil de la formación Laura Hurlé. "En este momento en el que se apuesta por las energías renovables, la reutilización de los recursos y el ahorro energético, es inaudito que no sólo no se haya dado uso a una instalación tan costosa si no que, además, no se aprovechen los elementos que aún están en su mayoría en buen estado para ubicarlos en algún otro lugar en el que sacarles un rendimiento acorde a su elevado coste", dijo.

Según explicó Hurlé, la acción del gobierno local "es un derroche que, como siempre, va a cargo del bolsillo de los ciudadanos que pagan los impuestos". La edil destacó que hace dos meses preguntó en la comisión municipal de Obras Públicas por qué no se había puesto en uso la instalación fotovoltaica situada en la cubierta del Museo del Ferrocarril. "La respuesta del concejal Olmo Ron fue que no sabía por qué no habían llegado a utilizarse", dijo.