La detención de José Manuel S. M., el presunto responsable de la muerte de Lorena Dacuña, pasó casi desapercibido por buena parte de los vecinos del entorno de Zarracina, porque los cuatro agentes de la Policía Nacional que lo encontraron en su habitación de la calle San Luis iban vestidos de paisano y el implicado no opuso ningún tipo de resistencia.

Un residente del primero derecha abrió la puerta y vio cómo cuatro agentes le enseñaban la foto del compañero de piso, que se había mudado a su casa hace apenas un mes. Les señaló cuál era la puerta de su habitación y allí estaba el varón de 47 años que, según piensan el resto de sus compañeros, llevaba prácticamente encerrado en casa desde el domingo. "Lo normal era escucharle cuando volvía de trabajar pero ya nos olíamos que no estaba yendo", aclararon. No tenían ni idea de que le buscaban. "Vimos la foto pixelada en el periódico pero tampoco le poníamos cara ni le veíamos tan a menudo", razonan.

José Manuel S. M. no opuso resistencia a su arresto y regresó con los agentes apenas una hora después para participar en el registro de su habitación. "No se trajo muchas cosas, creemos que se llevaron su ropa y poco más", explicaron los testigos. Desde entonces, la puerta del detenido se mantiene precintada. "Nos han dicho que, si podemos, no toquemos ni el marco", aclararon los residentes, que lamentan que su piso se haya dado a conocer por un suceso de este tipo. "Los cuatro que vivimos aquí nos conocemos desde hace tiempo, muchas veces comemos o cenamos juntos. Él era el nuevo y casi no se relacionaba", añadieron.