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ANTONIO AMIEVA | Director del camping de Deva, albergue de peregrinos del Camino de Santiago

"En la ruta gijonesa del Camino de Santiago hay que señalizar mejor y dar más información"

"Los peregrinos llegan un poco perdidos con los planos; con el año jacobeo en 2021 tendremos que buscar alternativas ante la afluencia masiva"

Antonio Amieva, en el camping de Deva. JULIÁN RUS

Antonio Amieva (Langreo, 1970) es director del camping de Deva. Regenta la empresa que explota el recinto gracias a una concesión del Ayuntamiento de Gijón concedida en 2002. En 2017, Amieva renovó para otros 20 años dicha concesión. Ante la ausencia de albergue de peregrinos en Gijón, el camping de Deva acoge a los peregrinos que realizan el Camino de Santiago por el Camino de la Costa, la ruta por la que pasa el tramo gijonés del Camino.

- ¿Qué se encuentran los peregrinos al llegar al camping de Deva?

-Lo primero que sienten es sorpresa. Preguntan que dónde está el albergue. Les informamos de que es aquí y que tienen una zona habilitada para ellos. En total, tienen 36 plazas distribuidas en seis cabañas, cada una con seis camas.

- ¿Pueden usar el resto de instalaciones?

-Sí, es decir, pueden acceder al supermercado, al restaurante, al merendero y tienen wifi. En el futuro tendremos pistas de pádel y gimnasio. También podrán disfrutarlas.

- ¿Cuál cree que es la percepción de los peregrinos del camping de Deva?

-El perfil de los peregrinos es diferente al del cliente habitual. Les sorprende la distancia. Les gustaría visitar la ciudad y la lejanía se lo impide. Es lo que más comentan. Al compartir las instalaciones con el resto de clientes, muchos prefieren tener más intimidad.

- El número de pernoctaciones en el camping de Deva está estancado durante los últimos siete años, aunque el Camino de la Costa en el que está la ruta que pasa por Gijón ha duplicado su número de peregrinos en una década. ¿Dónde está el problema?

-Hay muchos que vienen, sellan la cartilla pero prefieren caminar hasta Gijón y buscar allí alojamiento porque así pueden ver la ciudad, visitar las playas y quedarse en una zona más tranquila. En temporada alta, puedes encontrar el parking lleno y el merendero también y los hay que prefieren más tranquilidad. Es respetable.

- Algunos usuarios han señalado problemas con las chinches, algo habitual en otros albergues del Camino de Santiago. ¿Usted cómo combate la plaga?

-Es un problema que, cuando empezamos, no conocíamos. Nos informamos de lo problemático que era. Cuando hay chinches, lo aconsejable es quemar los colchones y cerrar entre 15 y 20 días lo que supone un trastorno enorme. Por ello, hemos habilitado literas de aluminio y no de madera y desinfectamos todos los días.

- ¿Le parece bien que el camping haga las veces de albergue de peregrinos?

-Surgió del convenio. Damos el servicio y no nos trastorna demasiado porque seguimos funcionando con normalidad. No lo rechazamos, pero los peregrinos tienen un perfil diferente al del cliente habitual. Es normal que se sientan desubicados. Entendemos que el peregrino demande unas instalaciones diferentes, aunque durante años fue una buena alternativa.

- El 2021 será año jacobeo. ¿Espera una afluencia masiva?

-Sí, la última vez ya nos pasó. Tendremos que buscar alternativas como tiendas de campaña para que, al menos, puedan descansar y pasar la noche.

- ¿Qué se podría hacer para mejorar la ruta gijonesa del Camino de Santiago?

-Señalizar mejor y hacer más sencilla la información porque a veces con los planos llegan un poco perdidos.

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