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Dacuña pagaba las sanciones de su asesino por sus penas previas

José Manuel Sánchez tiene los antecedentes por malos tratos cancelados y no podrá aplicársele el agravante de reincidencia

Concentración de repulsa por el crimen de Lorena Dacuña en Gijon

José Manuel Sánchez Merino, el asesino confeso de Lorena Dacuña, tiene sus antecedentes penales cancelados y esas condenas por malos tratos a sus tres primeras parejas no computarán para que pueda aplicarse en este caso la agravante de reincidencia, lo que le haría librarse de la prisión permanente revisable, según las fuentes jurídicas consultadas. De estas condenas penales anteriores era consciente la limpiadora gijonesa de 41 años que fue asesinada en su casa de la calle Callao, en el barrio de La Calzada, pues, además de ir a verle a prisión durante los fines de semana, era ella quien pagaba la responsabilidad civil impuesta en sus condenas.

El hermano de Lorena Dacuña, por su parte, asumió ayer la acusación particular con un objetivo claro, que José Manuel Sánchez Merino, autor confeso, "pague por lo que hizo". "Espero que el de mi hermana sea su último crimen y que la condena sirva para que cunda el ejemplo", valora Francisco José Dacuña, que ayer aceptó el ofrecimiento de acciones que le formularon desde el Juzgado de Violencia Sobre la_Mujer de Gijón, donde se instruye el último crimen machista que ha tenido lugar en la región. "Ya está todo en marcha, hablé con el Ayuntamiento y ellos me pusieron en contacto con la abogada Salomé Miranda; confiamos en que José Manuel pague por lo que hizo", añade Dacuña. Sánchez Merino, de 49 años, cumplirá hoy su primera semana en prisión desde su regreso al Centro Penitenciario de Asturias.

La familia de Lorena Dacuña peleará para que esa condena sea "ejemplar". No obstante, lo que no se podrá aplicar en este caso es la agravante de reincidencia puesto que, a pesar de haber sido condenado en varias ocasiones por malos tratos a otras tres mujeres, los antecedentes de José Manuel Sánchez Merino están ya cancelados conforme a lo estipulado en el Código Penal. Es decir, a efectos del futuro juicio por el asesinato u homicidio de su expareja, a este camarero gijonés no se le podrán computar esos episodios de malos tratos como antecedentes a efectos de reincidencia, lo que le haría librarse de la prisión permanente.

José Manuel Sánchez Merino fue condenado por delitos de malos tratos y quebrantamientos de medidas de alejamiento en los años 2011, 2012 y 2013. En el mes de abril de ese último año fue cuando ingresó en prisión. Entonces ya conocía a Lorena Dacuña, su última víctima, que le iba a ver los fines de semana hasta prisión. De hecho, era ella quien estuvo pagando el dinero impuesto en las condenas como responsabilidad civil a sus víctimas.

Tal y como explicó el camarero gijonés en su declaración anta la policía cuando fue detenido en su casa de la calle San Luis -un testimonio al que tuvo acceso íntegramente LA NUEVA ESPAÑA- cumplió algo menos de tres años de cárcel, lo que implica que a partir de 2015 recuperó su libertad. En base al Código Penal, los antecedentes penales se pueden cancelar en función de pena impuesta al reo. Si el reo fue condenado a tres años de cárcel, como en este caso, pasado año y medio se cancelan esos antecedentes. Es decir, en 2020, cuando ha cometido este nuevo delito, su expediente está limpio a efectos de reincidencia.

El acompañante de Lorena

La otra pieza de la instrucción es el ciudadano portugués que acompañó a Lorena Dacuña a casa la madrugada que fue asesinada. Este hombre, de 43 años, declaró tanto en Comisaría como en el Juzgado de Violencia que había conocido esa misma noche a la limpiadora gijonesa cuando estaban en el karaoke de La Calzada. Después, tras entablar conversación, acabaron yéndose juntos a casa de Dacuña, donde les esperaba el asesino confeso de la mujer.

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