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La conexión sportinguista de "Miau"

José Fernández, accionista mayoritario del club, es miembro de la sociedad gastronómica, fundada en el Carnaval de El Cerillero de 1953

Miembros de la sociedad gastronómica "Miau", en su sede de la calle Gran Capitán. JULIÁN RUS

Los festivales de Carnaval de El Cerillero fueron el germen de la sociedad gastronómica "Miau". En el año 1953, 40 vecinos que acostumbraban a acudir a las celebraciones se juntaron para crear una peña dedicada a "organizar las comidas", relata José Chacón, delegado de mus de la entidad. Por entonces, se reunían en un local junto a El Capricho. Desde 1969, lo hacen en su actual sede, en la calle Gran Capitán.

A día de hoy, vive media docena de los socios fundadores de la entidad, como "El Picho", "Luis, el rizos" o José Fernández, expresidente del Real Sporting de Gijón, máximo accionista y padre del actual mandatario. "Sigue siendo socio y cada año viene el día de Navidad a saludarnos y comer un poco de turrón con nosotros", explica Chacón. No es el único sportinguista que forma parte de "Miau": también el exjugador rojiblanco Armando Medina, uno de los veteranos del colectivo. En la actualidad son alrededor de seis decenas de socios, aunque llegaron a sumar hasta 160. Habitualmente se juntan todos cada Navidad y en el mes de julio, cuando se realiza una misa por los difuntos.

El nombre de la entidad no se eligió al azar sino que proviene de una broma que siempre realizaba uno de sus cocineros más míticos, por todos conocido como Rufino. "En las épocas en las que apretaba el hambre y no siempre había mucha variedad para las pitanzas, cuando le preguntábamos qué había para comer, siempre respondía lo mismo: 'Miau', 'miau'", imitando el sonido que realizan los gatos. Sin embargo, y aunque los tiempos no siempre fueron boyantes, la sociedad gastronómica siempre tuvo muy presente la solidaridad. Por ejemplo, hace años realizaba "una gran labor social en el barrio", ya que recolectaba productos de primera necesidad para repartir entre los vecinos con menor capacidad económica: desde legumbres y otros productos de cocina imperecederos a carbón para atizar las cocinas o calentar los hogares. Además, cuando fallece uno de sus miembros o algún familiar directo, el resto de integrantes envía una corona de flores.

La sociedad gastronómica se vanagloria de haber tenido siempre muy buenos cocineros. Algunos, expertos en paellas, otros en pitu caleya y algún otro en llámpares. También se atreven con los postres, como "la crema de arroz con leche que prepara Julio, que nadie en el mundo la puede preparar igual", alaba Chacón. Y explica: "Entre los que saben, cada día cocina uno, desde jabalí a pescado, depende de lo que hayan comprado". Como es habitual en las peñas gastronómicas de la ciudad, tras una buena pitanza, en "Miau" se juega al mus o al dominó. De hecho, la sociedad participa en algún campeonato de cartas de la ciudad consolidado en el tiempo. "No hay nada como, después de una buena comida, sentarse cuatro amigos a echar una partida de mus", remarca Chacón.

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