El Tribunal Supremo acaba de confirmar la condena de ocho años de cárcel impuesta a un riosellano y vecino de Gijón de 43 años que agredió sexualmente a una mujer cuando ésta acudió a su domicilio del barrio de Nuevo Roces a alquilarle una habitación. La pena incluye siete años de libertad vigilada y doce años de alejamiento de su víctima, a la que deberá indemnizar con 10.000 euros por los daños morales causados.

La mujer, según la sentencia dictada en marzo del año pasado por la Audiencia, fue a alquilar una habitación y el hombre le propuso tener relaciones sexuales. Como ella se negó, el ahora condenado le impidió el paso, la llevó hasta una cama y la obligó a realizarle una felación diciéndole que sería peor si se negaba. El Supremo ha desestimado su recurso y la condena es firme.