El hermano jesuita Claudio de Ponga Garrido falleció ayer a los 89 años de forma inesperada en la comunidad de Salamanca. El religioso, leonés de nacimiento, pasó 51 años -de los 57 en la Compañía de Jesús- en Gijón, vinculado siempre a la obra jesuítica en El Natahoyo, donde ejerció como maestrillo y profesor en el Revillagigedo. También desarrolló durante toda la su vida labores de voluntariado en el Sanatorio Marítimo, un centro al que estuvo muy vinculado desde 1973 hasta 2019.

Claudio de Ponga, que también colaboró en labores pastorales en el Centro Penitenciario de Asturias durante ocho años, vivió en Gijón hasta el año 2019, cuando la Compañía de Jesús optó por cerrar la comunidad del Colegio de la Inmaculada. Fue entonces cuando fue trasladado a Salamanca, la ciudad que hoy, a las once de la mañana, acogerá su funeral.