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SENÉN MERINO CARRILES | Nuevo presidente del Club de Golf de Castiello

"El Club de Golf tiene potencialidad para crecer y acoger a 300 socios más"

"Me hubiera gustado haber sido elegido en las urnas, pero tuve 400 avales y eso me da muchas garantías"

"El Club de Golf tiene potencialidad para crecer y acoger a 300 socios más"

El pasado martes, la comisión electoral del Real Club de Golf de Castiello eligió al ingeniero de Caminos y fotógrafo Senén Merino Carriles (Gijón, 1951) nuevo presidente, tras los doce años de mandato de Antonio Mortera y después de un proceso electoral convulso, con dudas legales sobre los estatutos de la entidad.

- ¿Cómo afronta esta nueva andadura?

-Con mucha ilusión. Llevo más de dos décadas de socio y mi familia también está en el club. Comencé en el campo municipal de Tragamón, pasé un tiempo en La Fresneda y luego en La Llorea, para acabar en el Club de Golf de Castiello. Toda mi familia juega: mis hijos, mi mujer, y también mis nietos, con cuatro y cinco años. El club es como mi segunda casa, con muchos amigos, buen ambiente, gente muy agradable. Como gijonés estoy encantado de haber podido tener esta posibilidad.

- ¿Qué le impulsó a tomar esta decisión?

-Me llamó un grupo de amigos, diciendo que habían pensado en mí. Yo por mí mismo nunca lo había pensado, no estaba en mis planes, pero ellos me lo pidieron. Hemos formado un equipo de siete personas, que conformaron mi candidatura. Para llevar un club de este calibre es importante el equipo, que cada uno podamos ocuparnos de una cosa distinta. Pretendemos tener un mandato en equipo. Este es un club que siempre ha tenido un sello de club presidencialista, pero la realidad tiene que ser trabajar en equipo. Quiero tener una presidencia muy corporativa, con opiniones colegiadas.

- ¿Cómo ha vivido el atípico proceso electoral?

-Ha sido delicado. El club tiene unos estatutos desde hace veinte años que sirvieron para la elección de dos presidentes y seis mandatos y, de forma un tanto sorprendente, salió una polémica para poner en duda su legalidad. Había dudas sobre la conexión de nuestros estatutos con los de la Federación de Golf y la Ley del Deporte. Lo problemático es que todo sucedió a mitad del proceso electoral, con toda la maquinaria ya en marcha. Pero el abogado del club ha determinado que todo el proceso es correcto, con lo que el proceso electoral ha sido correcto y, con ello, mi nombramiento como candidato único.

- ¿Por qué su adversario, Rafael García, retiró su candidatura?

-Eso tendría que preguntárselo a él. Hubo unos días en que ambos éramos candidatos, rumbo a las urnas. A mí me hubiera gustado que así fuera, haber sido elegido en las urnas, con la votación de la masa social. Pero él entendió que se tenía que retirar, según he oído porque entendió que el proceso electoral se podría anular y reiniciar de cero.

- ¿Teme que esta elección le pueda restar legitimidad a la hora de tomar elecciones?

-Yo creo que no porque yo presenté casi 400 avales y él alrededor de 220, y eso me da mucho respaldo. No es algo definitivo, pero sí que interpreta una intención de voto, con lo que la voluntad de la masa social ha quedado patente, y eso me da garantías.

- ¿Cuáles son las líneas maestras de su programa electoral?

-Heredamos un club saneado y muy potente deportivamente a nivel nacional en el mundo del golf, merced a una historia muy importante. El club llegó a tener casi mil socios de número antes de la crisis y, con ella, tuvimos una sangría en la que perdimos casi un tercio de socios. Eso se ha ido recuperando gracias a la labor de la directiva de Mortera, y eso nos recuperó las cuentas. Debemos analizar la situación económica, porque el golf no es un deporte barato y necesita de mucho mantenimiento, que cuenta mucho dinero en trabajadores, maquinaria y materiales. Queremos mejorar la parcela económica para poder acometer inversiones. En el régimen social, el club está engrasado, con una parcela de restauración muy bien enfocada y con unas escuelas de niños que hay que potenciar.

- ¿Cuáles han de ser estas inversiones?

-El club se va desgastando: las sedes sociales, las maquinarias, los equipos. Hay que hacer inversiones para actualizarlo porque lleva muchos años de uso. Las dependencias tienen muchos años y hay que modernizarlas y las maquinarias necesitan una renovación. El campo necesita una gran inversión: los greenes son viejos y el campo tiene mucha arcilla. A mí me gustaría instalar el riego automático en estos cuatro años y arreglar los greenes.

- ¿El club puede crecer?

-Tiene potencialidad para ello. Somos alrededor de 800 socios de número, alrededor de 500 familias. Hay espacio porque el club está poco utilizado, excepto los sábados y en verano. El club admite muchos más jugadores, hay mucha oferta de cubrir, podría admitir hasta 300 socios más. En cuanto al tema físico, hay unas parcelas alrededor del campo protegidas para el deporte y, aunque tenemos ya los 18 hoyos propios, esos terrenos son un anhelo para hacer crecer el campo y la cancha de prácticas. Si hubiese presupuesto, hay bastante terreno alrededor, aunque a corto plazo no lo veo posible, porque hay inversiones por amortizar. Hay potencial de crecimiento físico y social.

- ¿Qué tiene que significar el Club de Golf de Castiello para Gijón?

-Es el decano, el más antiguo, con una gran historia. En Asturias es el pionero, un emblema, la bandera. Es un campo muy pequeño, técnico, difícil. Hay que jugar muy bien a este juego para hacer un buen resultado, pero lo compensa por lo agradable del entorno, es muy amigable. Es un gran jardín. Tiene mucho árbol y planta, está bien cuidado. Aporta a la ciudad esa solera de muchos años.

- El anterior presidente, Antonio Mortera, en su carta de despedida le pedía "prudencia y tino".

-Él pasó una época muy dura. La crisis y la sangría de socios le cogió de pleno, y lo supo capear de forma inteligente y reflotar el club. Fue 30 años presidente de la Federación asturiana. Es una vida deportiva entera en el mundo del golf asturiano. Le agradezco el cariño que me demuestra en la carta y los deseos que nos envía. El tino y la prudencia es fundamental porque este es un club deportivo en el que hay diferentes sensibilidades. En cada golfista hay un presidente con criterios y opiniones distintos. Hay que tener paciencia, saber escuchar, no precipitarse y tener mucho temple y pensar todo dos veces.

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