De los solemnes aplausos a los sanitarios a las canciones de Camela sin solución de continuidad. El confinamiento por la pandemia de coronavirus, que, a cada día que pasa, pergeñan una nueva estrategia para paliar el tedio del confinamiento. Lo último, una fiesta en los balcones, cada uno en el suyo, en el barrio de Pumarín. El principal foco de propagación de la fiesta es la calle Guipúzcoa y si hubiera que buscar un paciente cero, es decir, a quien se le ocurrió la idea habría que ir hasta Jenifer Álvarez, a la sazón, la pinchadiscos del fiestón de ayer en Pumarín y una de las promotoras de un fin de semana cargado de actividades lúdicas en los balcones del barrio gijonés bautizado como "fiestas del confinamiento". "Esto es un balón de oxígeno, está siendo muy chulo", concretó la mujer.

Los rudimentos de Jenifer Alvarez para montar la fiesta son escasos. Enchufa su móvil a un altavoz y le pone buena cara al mal tiempo provocado por la pandemia de coronavirus que mantienen en estado de alarma al país. "Al principio no se sumaba demasiada gente, pero ayer ya sí que estuvo muy animado", indicó la vecina cuyo repertorio musical es variado. "Hay gente que pone hasta la linterna del móvil para generar más ambiente", añadió.

Un fin de semana movido

Un fin de semana movidoLas primeras "fiestas del confinamiento" no se quedan en lo de ayer. Para hoy también hay previstas varias actividades. A las 12.30 horas habrá una sesión de baile y vermú en la que cada vecino podrá elegir la música que ambientará el evento. Por la tarde, la fiesta arrancará a las siete y pausará a las ocho para el aplauso para después proseguir. Por último, el domingo a las 12.30 horas se propone una nueva sesión vermú con un pinchoteo.

Los vecinos de Pumarín podrán prolongar su aperitivo hasta las 13.00 horas y participar en "el conciertón de los balcones" organizado por la Federación de Asociaciones Vecinales. La FAV anima a esa hora a todos los músicos de la ciudad a tomar su instrumento y dedicarle a sus vecinos una canción que alivie la congoja de la cuarentena.