Lonja Gijón subastó ayer unos 140.000 kilos de bocarte, en la primera gran jornada en la cancha gijonesa de la costera que está en marcha. Si el martes y el miércoles el pescado llegó con cuentagotas a El Musel, ayer descargaron sus capturas 40 barcos de la flota, compuesta por 200 pesqueros que están faenando a la altura de Llanes. Una parte de la flota optó por venir a Gijón y algún barco más por ir a San Vicente de la Barquera, para no colapsar la lonja de Santoña, en donde se han concentrado las subastas en las últimas jornadas.
Durante esta costera, los precios que están alcanzando los bocartes tanto en Gijón como en el resto de lonjas del Cantábrico están siendo muy bajos, para desesperación de los pescadores. El miércoles se llegó a pagar una partida en la subasta de El Musel a 26 céntimos el kilo "y luego en las pescaderías los ves a seis euros", lamentaba un pescador.
La mayor parte de lo subastado ayer se vendió en torno al euro y veinte céntimos por kilo, con algunas partidas que rondaron los ochenta céntimos y otras que alcanzaron los dos euros. Todos ellos precios malos para la calidad del pescado que se trajo a puerto, bocartes de buen tamaño, haciendo falta sólo 32 para alcanzar el kilo. Se trata de un tamaño apropiado para las conserveras, principales compradores de esta especie para la fabricación de anchoas. La llegada masiva de bocarte a Gijón seguirá previsiblemente estos días.
