En el trimestre a distancia del colegio gijonés Miguel de Cervantes, los alumnos solo podrán mejorar su nota, trabajarán con proyectos interdisciplinares que aúnen varias asignaturas a la vez y no tendrán que repetir curso salvo casos "muy excepcionales" que, de momento, ni se barajan. Así lo explicó ayer la directiva del centro, Geles García, que convocó una multitudinaria reunión telemática con las más de 200 familias, en "compañía" de la consejera de Educación, Carmen Suárez, y del inspector José Ángel Corujo. "Es el primer trimestre que tendrá que cursarse entero desde casa, así que todo lo que no se pueda ver estos meses se dará el año que viene. Ninguna familia debe preocuparse", aclaró la docente.

En este tramo final del curso los pequeños de todos los colegios asturianos no tendrán que aprenderse ningún temario curricular nuevo, por lo que las próximas semanas se afrontan más bien como un refuerzo de capacidades ya adquiridas. También por eso la evaluación final solo podrá ser igual o mejor a la media de los dos anteriores trimestres, potenciando el trabajo en proyectos y no los exámenes, para evitar que los problemas de conexión a internet o acceso a material provoquen una merma del rendimiento académico.

Según Geles García, directora del centro, la pandemia por coronavirus ha servido para algo bueno: agilizar una transformación metodológica que su colegio ya tenía en mente. "Queríamos adaptarnos a este siglo y el trabajo con proyectos que estamos acelerando ahora, ya era una idea muy avanzada", razona.

No poder dar clases presenciales, sin embargo, les obligan a dar a pasos forzosos en una andadura que se marca ahora dos grandes objetivos: cambiar definitivamente los deberes por las tareas y los exámenes por los cuestionarios. No es un simple cambio de nombres. "Suena parecido, pero el cambio es importante. No queremos que el alumno siga haciendo el ejercicio 7 de la página 20, sino que se involucre en tareas más adaptadas en las que realmente aprenda y entienda los conceptos", aclara la docente. "Los cuestionarios, además, complementarán el trabajo de los proyectos, pero su calificación no será tan definitiva, no será un examen al uso del temario del libro", añade docente, centrada también ahora en adaptar el cambio metodológico a los alumnos con necesidades educativas especiales.