A medio gas. Así fue el tímido regreso de la hostelería gijonesa en el primer día de la fase 1, donde los ciudadanos llenaron todas las terrazas disponibles de los pocos negocios que se animaron a reabrir sus puertas entre múltiples medidas de seguridad y con la vista al cielo confiando en que la meteorología acompañase todo el día. Apenas un 20% de los establecimientos hosteleros, según la patronal, subieron ayer las persianas, la mayoría en el centro, durante una jornada en la que los clientes respetaron las normas de distancia y los camareros cumplieron en la desinfección del mobiliario entre servicio y servicio. Otros hosteleros, sin embargo, aún esperan por instrucciones del Ayuntamiento para saber si la ampliación de sus terrazas cumple con los criterios establecidos. En cambio, los comercios rozaron el 100% de apertura (negocios que cumplían el requisito de los 400 metros cuadrados de superficie). "Había ganas de ir de compras", asegura Carmen Moreno, de la Unión de Comerciantes.

Los bares y cafeterías, que llevaban días de preparativos, comenzaron a primera hora a servir desayunos. En algunos puntos, como en el paseo de Begoña, había hasta cola para lograr una mesa. "Hemos abierto con mucha prudencia y dificultad, es complicado adaptarse a las normas exigidas; también con temor porque todo el trabajo está supeditado a la meteorología, si ya es difícil abrir así, en el norte todavía más", valora Javier Martínez, del grupo hostelero Gavia y vicepresidente de Otea, cuyo planteamiento es el de "arrancar para dar normalidad". A su juicio, hay "absoluta colaboración de vecinos y comercios" para poder ampliar las terrazas, aunque muchos hosteleros siguen a la espera de confirmación de que sus nuevos espacios cumplen con la normativa. "Se está trabajando con mucho esfuerzo para dar las licencias, pero no creemos que exista problema si hay buena disposición de todos", añade Martínez.

En esa duda, por ejemplo, está Christian Valle, de la sidrería Nueva Uría, en El Llano. "Si hubiese querido abrir hoy (por ayer) no hubiese podido, porque nadie me confirma cuántas mesas puedo poner, ni sé hasta qué punto puedo llevarlas", explica el hostelero, que tiene su negocio en frente de las piscinas municipales. "Ahora estamos limpiando y pintando, así que abriré el jueves, cuando me confirmen el tema de la terraza", anuncia. Otro ejemplo es Javier López, del Mayerling, en la calle Corrida. "Queremos poner la ampliación que permite el Ayuntamiento, pero hemos presentado hoy los planos con el espacio que vamos a ocupar y estamos a la espera de que resuelvan", apunta. A escasos metros quien ya empezó con plena actividad fue Flor Ortea, de Casa Baizán. "Ha estado lleno todo el día, también porque éramos lo único abierto de la zona, pero ya tuvimos reservas y a los clientes comiendo en la terraza", asegura. "Dos meses cerrado puedes aguantar, pero más no porque o se mueve la economía o nos vamos todos al garete", reflexiona la cocinera gijonesa.

46

La hostelería en Gijón reabre a medio gas

Los pocos bares abiertos fue una tónica general. En La Arena, por ejemplo, apenas siete negocios. "La vuelta ha sido rara, además que estoy yo solo trabajando y se me desbocó un poco el tema, pero supongo que será porque la gente tenía ganas", valora Eduardo González, del Café Gales e impulsor de la campaña al inicio de la cuarentena para que los vecinos hiciesen gasto en el barrio cuando se recuperase una cierta normalidad. "El comportamiento está siendo ejemplar, hasta apuran el café para dejar sitio al siguiente", aclara.

Otro ejemplo de éxito en la terraza es en el kiosco de la plazuela de San Miguel que gestiona Álex López y que en cambio mantiene cerrado el Cafetón. "Al ser un local pequeño, que con dos personas se atiende, cubrimos gastos, aunque sean la mitad de mesas; pero hasta que no nos dejen el 50% en los locales hay que pensarse mucho lo de abrir", aporta."Ganas de comprar"

"Ganas de comprar"La historia es distinta en el lado de los comercios. "Han abierto el 95%, la gente estaba con ganas de salir y comprar y hemos visto mucho movimiento en las tiendas; las que no han abierto lo harán pronto, a la espera de cumplir todos los requisitos", explica Carmen Moreno.

El incremento de gijoneses en las calles, al reclamo de bares y comercios, motivó también que la Alcaldesa de Gijón, Ana González, hiciese un llamamiento a la población. "Podemos hacer más cosas, vamos recuperando cosas, bien, pero no se trata de hacer todo todos los días porque el virus sigue ahí y debemos ser prudentes y responsables", requirió.