Inversión e incentivos, más diversificación en los estudios para estar cada vez más cerca de las necesidades reales de las empresas y la sociedad y mejor transferencia del conocimiento para lograr este impacto. El director de la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón, Juan Carlos Campo, ofreció ayer una charla on-line a instancias de la Cámara de Comercio de Oviedo para repasar los retos a los que debe enfrentarse la Universidad en los próximos tiempos, y que se apoyan en varios pilares: fundamentalmente la capacidad de innovar y de que esa innovación revierta en el entorno.

Fundamentalmente porque "en este mundo que nos toca vivir no vale estar de rentas y el que no se mueva se queda atrás", expuso. Y porque "es necesario apoyarse en el entorno y buscar una mayor participación de profesionales en la formación e incluso de profesionales de corte muy variada". El director de la Politécnica formuló una crítica compartida desde diferentes ámbitos: resulta difícil transmitir las nuevas competencias requeridas "desde un ámbito excesivamente encorsetado".

La forma en que se deberían abordar los cambios en este ámbito no está clara, si bien Campo recordó que algunas iniciativas, como la formación dual, "bien construidas, pueden ir en esta línea". "Hay buena materia prima y además se puede orientar con una política de incentivos adecuada", indicó. Hace ya tiempo que la Politécnica se postuló a sí misma como entorno ideal para este tipo de formación más apegada al mundo empresarial y sus necesidades, algo que ya se viene materializando desde las numerosas prácticas que se ofertan a los alumnos y que hacen de la Escuela un centro con terreno ganado en ese sentido. No obstante, la crisis del covid-19 ha frenado estas aspiraciones, a las que el rector, Santiago García Granda, no había planteado demasiados obstáculos, y falta por ver cómo se articula en el futuro.

Juan Carlos Campo también quiso incidir ayer en la necesidad de "ganar la batalla de la reputación", y advirtió de que "para mantener el status quo hay que trabajar y mucho". "Es más, habrá que trabajar aún más que en el resto de los niveles, porque este modelo va ser fuertemente competitivo y se pueden perder muchas posiciones y caer en la irrelevancia", dijo. Además, añadió: "Hay que innovar para resolver problemas y para hacer frente a los cambios cada vez más rápidos de nuestra sociedad". Porque es un hecho que "desde los ámbitos profesionales se cuestiona actualmente que los profesionales que formamos sean realmente los que la sociedad necesita".

Y ante la certeza de que la complejidad de nuestra sociedad es muy elevada, "nuestras titulaciones son muy estancas; se necesita permitir un mayor grado de configuración del itinerario curricular, no tanto para satisfacer el gusto del alumno, como las necesidades de la sociedad. Creo que es necesario liberalizar este ámbito", incidió, tanto a través de las dobles titulaciones, que han tenido excelente acogida como con grados abiertos y titulaciones "un tanto personalizadas donde el alumno puede configurar una titulación a medida cursando bloques de diferentes titulaciones".

Campo también destacó que el problema fundamental es la falta de financiación: "en España se gasta muy poco en I+D y, por cierto, gasta particularmente poco el sector privado. Con el dinero que se pone en juego creo que se hacen milagros", resaltó, antes de afirmar que "es imposible progresar en investigación si no se progresas en gasto" y de reconocer el lastre que suponen problemas estructurales como el pequeño tamaño de los grupos de investigación, la mala estructura del propio grupo y la escasez de sistemas de apoyo tanto administrativos como de técnicos de apoyo que hacen que "España no ocupa el puesto al que debe aspirar".

Y para ello, "la transferencia es el principal camino para aumentar la financiación. De hecho, creo que es el uno de los retos claves que tiene la Universidad", aseguró, porque "los investigadores estarán encantados de que su actividad impacte sobre su entorno, lo que hace falta es un cambio de políticas que impulsen a los investigadores hacia este fin y este cambio de políticas tiene su herramienta primordial en los incentivos a los investigadores".