Marta González Piquero (Pola de Lena, 29 julio 1998) está llamada a ser referencia del hockey patines nacional en los próximos años. Con tan solo 21, cuenta con un palmarés impresionante: dos OK Liga, dos Copas de la Reina, una Copa de Europa de clubes y tres Campeonatos del Mundo y uno de Europa con la selección y muchos años por delante para hacerlo crecer.
Su vuelta al Telecable Gijón tras una temporada en el Benfica portugués supone una gran noticia no solo para el club sino para el hockey patines español en general porque recupera para su liga a una de las jugadoras más destacadas.
Piquero se calzó por primera vez unos patines a los cinco años. Por aquel momento lo que le gustaba era el fútbol y de hecho lo jugaba, pero un entrenador del colegio El Pilar de su Pola de Lena natal, una de las canteras del hockey rodado en Asturias, fue a captar practicantes al colegio donde estudiaba, el Jesús Neira, y Marta se quiso apuntar. En un primer momento, en su casa pensaban que a lo que se había apuntado era a patinaje artístico pero poco después acabó con un stick en la mano y dando muestras desde el inicio de que se estaba gestando una jugadora de talla mundial. Uno de sus primeros entrenadores, Pedro Rey, llegó a decirle a su padre, Roberto, que debutaría en la División de Honor antes de los 18 años. Se equivocó en tres porque lo hizo a los 15. En El Pilar no había equipo femenino así que se acostumbró a entrenar con chicos y eso le sirvió para ser cada vez mejor. Dotada de un gran físico, es alta y fuerte, destacaba en cada partido y su buen hacer no pasó desapercibido para los técnicos del club gijonés, por entonces compitiendo con el nombre de Biesca. Tras hablarlo con sus padres se acordó que viniese a entrenar a Gijón un par de veces a la semana y así fue por un tiempo hasta que le llegó la oportunidad de debutar en la OK Liga y hacerlo además en las filas de uno de los equipos punteros.
Rodeada de jugadoras de un gran nivel técnico y humano Marta Piquero siguió creciendo y dando muestras de su progresión tanto técnica como tácticamente, además su físico la ayudaba mucho en las tareas defensivas y poco a poco se fue ganando minutos y protagonismo. Llegaron los títulos y la primera llamada a la selección nacional. En 2016 logró el primero de los tres Mundiales con los que cuenta, fue en la localidad chilena de Iquique, mundial en el que anotó dos goles. Luego llegaron los triunfos en Nanjing en 2017 y en Barcelona el año pasado así como el Europeo de Maelhada (Portugal) del 2018 que quedará en el recuerdo por la tormenta que se desató en la final que obligó a la suspensión de esta ya que el pabellón se vio seriamente afectado. Días después se jugó el tiempo que faltaba y España ratificó su superioridad.
El título en Chile la convirtió en la primera deportista polesa campeona del Mundo y por ello recibió el primero de muchos homenajes, entre ellos poner su nombre a una de las canchas para la práctica del hockey en el polideportivo de Masgaín.
Marta Piquero confiesa su admiración por Natasha Lee, con la que ahora comparte vestuario, pero también por la argentina Luchi Agudo, otra jugadora con pasado en el club gijonés. Reconoce que su mejor recuerdo deportivo fue la victoria en la Copa de Europa de clubes ante el Benfica, en el 2018 en la que marcó un gol. Precisamente el club portugués le hizo una oferta para incorporarla a sus filas, pero Marta prefirió esperar una temporada más. Ello le permitió finalizar el módulo de grado medio en Deportes que en ese momento estaba estudiando. Cuando lo finalizó, y como la oferta se mantenía, decidió dar el paso y esta temporada defendió los colores del club lisboeta. No se arrepiente del paso dado, pero pudo comprobar que el hockey femenino portugués está muy por debajo del español y decidió emprender el camino de vuelta.
Retomar los estudios
En el Telecable se encontrará con sus antiguas compañeras que son también sus amigas y además retomará sus estudios y tratará de sacar el grado superior de Deportes ya que le gustaría encaminar su futura vida laboral en ese mundo. Juntas forman un equipo temible que va a luchar por todos los títulos en juego. Es ambiciosa y tiene el gen ganador por lo que lo a todo en la cancha. Los técnicos la definen como una jugadora con mucha personalidad en la pista, muy buena técnicamente, queriendo ser importante en los momentos claves y la auguran una evolución hacía ser la directora de juego.
Una de sus grandes ilusiones es que el hockey patines llegue a ser olímpico. Mientras eso sucede, los World Roller Games es la competición más importante para hockey y patinaje, y ya lleva disputados dos con pleno de éxitos. Además de los triunfos con su equipo o con la selección, tiene varios reconocimientos a título individual: mejor jugadora de la Copa de la Reina, mejor deportista asturiana de 2018 y mejor jugadora de Europa ese mismo año. Los expertos ya la consideran entre las 10 mejores jugadoras del mundo y a buen seguro que si sigue trabajando como hasta ahora seguirá escalando posiciones.
