"Al final, lo conseguimos". El suspiro de alivio de María Begoña Alonso tras casarse dice mucho de cómo fueron estas semanas de "incertidumbres". Finalmente, Alonso y Pablo Álvarez lograron celebrar esta tarde su enlace civil en el Ayuntamiento de Gijón. El primero en la casa Consistorial tras la pandemia del coronavirus.
Lo hicieron, eso sí, entre estrictas medidas de seguridad. Apenas una decena de invitados, separados entre sí por dos metros de distancia, uso de mascarillas y gel desinfectante y evitar, en la medida de lo posible, el contacto entre personas.
"No esperábamos que fuera así, pero lo importante es que al final lo logramos", aseguró el novio, ya marido, tras el enlace. Faltaron sus dos hermanos, residentes en Burgos y Colombia, debido al cierre de las fronteras, y algún que otro amigo íntimo. No así los padres y los hijos de ambos contrayentes, "muy contentos e ilusionados" por la boda.
"Fueron semanas de muchas dudas, pero al final pudimos casarnos el día que habíamos pedido hace un año", enfatizaron los novios, que tuvieron que retrasar tanto el banquete, que se celebrará en julio, como el viaje de novios. La luna de miel se verá sustituida por una escapada a Galicia y un viaje a Granada. Eso sí, "el crucero queda pendiente para el primer aniversario", remarcaron.
