El plan de normalización lingüística del asturiano 2020-2023 que mañana se debatirá en la Comisión de Servicios y Bienestar Social del Ayuntamiento de Gijón ha despertado fuertes recelos en una parte de la oposición municipal, que considera que el documento, tal como está planteado, puede abrir la puerta a imponer el uso de esta lengua en actividades multitudinarias, en la vida municipal e incluso en el acceso a un empleo público del Ayuntamiento de Gijón.

Desde Ciudadanos, el principal partido de la oposición, su concejala Ana Isabel Menéndez señaló ayer que "el documento deja demasiados aspectos en la indefinición, como el porcentaje del uso del asturiano en la publicidad institucional, en los anuncios en los medios de comunicación, o en la marca Gijón". "Una redacción tan imprecisa no nos parece seria y nos hace sospechar que el fin último del documento es abrir las puertas a la obligatoriedad del uso exclusivo del asturiano. De hecho, el PSOE lleva meses utilizando el uso exclusivo del asturiano en la cartelería y la publicidad municipal", añadió. No obstante, la formación naranja recalca que su principal preocupación es "la mala utilización que se pueda hacer de la norma en el acceso a la función pública", recordando que ya ha habido ejemplos de la valoración del conocimiento del asturiano en oposiciones para puestos "cuyas características no lo requerían", señaló Menéndez.

También el PP puso importantes reparos al texto tras una lectura sosegada. La concejala Ángeles Fernández Ahúja denunció que plantear traducciones en el ámbito municipal tendrá un coste para las arcas públicas. "Además, que en determinados ámbitos de hable de utilización exclusiva del bable nos preocupa", indicó la edil, en referencia a la señalización en la vía pública o en edificios, el logotipo municipal o vehículos del Ayuntamiento que irán rotulados "en asturiano o bilingüe". Los populares también resaltaron que el documento no especifica si se va a usar exclusivamente el asturiano o conjuntamente con el castellano en la megafonía de las playas y del Hípico y en la publicitación de eventos como Feten o actividades navideñas, entre otros.

El portavoz municipal de Vox, Eladio de la Concha, defendió que "el español debe ser el idioma vehicular en toda España y las demás lenguas nunca deberían utilizarse como restricción de derechos de los no parlantes". "Con su uso de forma política se busca enfrentar más que unir", añadió. Vox cuestiona el plan de normalización por motivos "económicos y de utilidad".

Aparte de las matizaciones que se puedan introducir en la comisión municipal al documento presentado por el gobierno local en busca del consenso, el nuevo plan de normalización impulsado por el PSOE e Izquierda Unida tiene garantizada su aprobación, dado que Podemos-Equo y Foro Asturias le darán su apoyo.

La edil de Foro Montserrat López Moro señaló ayer que es un documento "continuista" respecto al aprobado cuando su partido gobernaba el Ayuntamiento. Un texto en el que "se hace una defensa de la llingua como parte de patrimonio asturiano y no tiene ninguna obligatoriedad". "Es simplemente una protección de quien quiera utilizar el asturiano, pero sin obligatoriedad", remató.

La portavoz de Podemos, Yolanda Huergo, espera que "pueda aprobarse con el mayor consenso posible porque es un plan en el que todas las fuerzas tenemos que ceder en parte de nuestros planteamientos, y así lo hicimos en las discusiones en el Conseyu Asesor, en el que primó el clima de entendimiento". El documento fue aprobado el pasado febrero en el Consejo Asesor de la Llingua de Gijón con el respaldo de las asociaciones vecinales, sindicatos, el Conseyu de la Mocedá y organizaciones proasturiano. Entre ellas Iniciativa pol Asturianu, que fue la organización que había propuesto las comunicaciones bilingües a través de la megafonía de las playas, apunta su representante, Iván Llera, quien recuerda que en ese órgano también votaron a favor del documento todos los representantes de los grupos políticos salvo Vox que se opuso y Ciudadanos, que se abstuvo. Llera afirmó ayer que también votó a favor el PP tras eliminarse del texto el uso del asturiano como lengua vehicular en las escuelas de cero a tres años, tal como figuraba en el plan anterior. A esa reunión no acudieron los representantes de la Unión de Comerciantes ni de Otea por cuestiones de agenda, organizaciones que también apoyan el plan.