Un gijonés se sentará esta mañana en el banquillo de los acusados por provocar graves daños en un ojo a un cliente de un bar de Cimadevilla, en la Nochevieja de 2018, cuando al pegar un puñetazo a la puerta de acceso varios cristales salieron disparados hacia el rostro del afectado, para el que la Fiscalía solicita una indemnización de 50.000 euros por las lesiones y secuelas sufridas en su ojo derecho.

El incidente se originó cuando el acusado fue expulsado de este conocido bar de la calle Vicaría después de haber estado causando molestias al resto de clientes. Todo parecía haberse acabado pero le dio por volver, a lo que el encargado del local y otra persona respondieron bloqueando la puerta de acceso. De pronto, "propinó un puñetazo de forma inesperada", dice el fiscal, lo que provocó que saltase el cristal por los aires "en múltiples pedazos". Uno de ellos alcanzó al afectado, que estaba cerca de la puerta para salir del bar.

Las lesiones le provocaron una perforación de la córnea y el cristalino que obligó a intervenirle quirúrgicamente, con unos gastos médicos de 4.727,27 euros que también se reclaman. Ha perdido visión tras el incidente y lleva una lente intraocular en el cristalino y blefartitis crónica.