Najat El Hachmi, experta en filología árabe, habló ayer en la primera jornada de la Escuela Feminista Rosario de Acuña sobre el relativismo contra las mujeres.

- De alguna manera ha calado el relato de que las manifestaciones feministas son culpables de la crisis por coronavirus.

-(Ríe). Sí, a ojos de algunos nos hemos inventado una pandemia mundial. Es un ejemplo más de la ofensiva tremenda que hay contra el feminismo. Yo lo empecé a intuir cuando el movimiento empezó a tener más presencia mediática. Dije: bueno, a ver cuánto tardan en criticaron más abiertamente. A lo mejor tenemos que aprender a convivir con las críticas.

- Pero parece ir a más, hace pocos años no se entendería despreciar, por ejemplo, la violencia de género.

-Ya, ahora estamos viendo un rearme de lo que es el machismo de toda la vida. Está tomando su forma más visible en la extrema derecha, tan experta en acusar a las feministas de todos los males del mundo.

- ¿Que entendemos por relativismo contra las mujeres?

-Es de lo que hablé en estas jornadas y es tan simple como considerar que todos esos logros de la lucha feminista y los derechosy libertades que defiende el feminismo se pueden poner en suspenso cuando entran en juego otras condieraciones que decidimos más importantes.

- ¿Por ejemplo?

-La cuestión del islam. Desde cierto sector de la izquierda, para no perder ese respeto a la diversidad y la lucha contra el racismo que la caracteriza, nos está convenciendo de que ser diverso es relativizar los logros del feminismo. Y yo no voy a renunciar a ellos. Una cosa no quita la otra

- También se le atribuye al feminismo un cierto nivel de moralidad.

-Si, bueno, es un chantaje en realidad, eh. A un machista no le van con esos cuentos. Pero como las feministas somos los que nos hemos ocupado de la opresión y la justicia, se nos apela a nosotras.

- Estas jornadas fueron, y son, polémicas. Se las tilda de "tránsfobas".

-Bueno, se le está pidiendo al feminismo que lo sea todo y no puede ser. El movimiento se ocupa de las mujeres y de lo que les pasa por el mero hecho de serlo. Eso no quita que no nos podamos sumar a otras luchas. De hecho, lo hacemos, tanto con el colectivo LGTBI como con el racismo. Pero es lo de antes, se nos piden cosas que al final nos atomizan.

- Pero no hay consenso en el feminismo en torno a la teoría queer.

-Hay debate. Bueno, hay crispación (ríe). Algo que tendríamos que conseguir es poder debatir estas cosas con más sosiego. Que el feminismo se haya hecho popular implica que haya mucho feminismo de camiseta pero pocas lecturas.

- La pandemia nos afectará.

-A las que más, como siempre. Se nos despide con la idea de que podemos volver a casa a estar con la familia.

- O hacer las dos cosas a la vez, alabando el sacrificio.

-Es la gran trampa que nos vendieron a las mujeres, ese tener que serlo todo, ocuparnos de todo, conciliar y, encima, no quejarnos. Con eso tenemos que acabar.