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El "caso Germán", tres años y sin juicio

La jueza deniega un informe para conocer el alcance de las lesiones del camarero solicitado por la defensa de un implicado que lamenta su "indefensión"

Germán Fernández, en su casa, en 2018. ÁNGEL GONZÁLEZ

La madrugada del 14 de julio de 2017 un chico de 24 años quedaba tendido en el suelo y gravemente herido después de golpearse en la cabeza con un bordillo tras una pelea entre varios jóvenes ocurrida en la confluencia de las calles de Marqués de San Esteban y Felipe Menéndez, mientras los implicados huían de la escena. Ese fue el comienzo del mediático "caso Germán", que llevó a incrementar la vigilancia en la zona de ocio nocturno de Fomento y dio paso a una ardua investigación en la que los testigos, con sus declaraciones y cambios de versión, provocaron la detención de varios jóvenes que ni siquiera estaban en el lugar del suceso. Hasta vieron cosas que no habían pasado, como que le habían golpeado con una baldosa.

Tres años después, hay cuatro implicados en calidad de investigados -tres de ellos en libertad y otro en prisión por otra causa- que esperan conocer los cargos a los que se enfrentarán en un futuro juicio, pero la gran incógnita son las secuelas que le han quedado a la víctima de este episodio, el camarero gijonés Germán Fernández, fundamental para conocer el alcance de lo ocurrido. Pese a los intentos de la defensa de uno de los implicados, la magistrada al frente de la instrucción ha rechazado ya por dos veces la petición de que los forenses vuelvan a examinar al joven para conocer la dimensión del caso. "Lo único que sabemos de cómo está Germán es por la prensa, pero no hay ningún informe que especifique las secuelas ni la evolución del chico, y eso provoca indefensión para los procesados", explica Judith Gómez (del despacho Vox Legis), la abogada de Rubén Á. H., el autor del único golpe que sufrió el camarero aquella fatídica madrugada.

Fruto de la investigación del "caso Germán" se llegó a detener a seis jóvenes y otros dos que fueron a declarar al Juzgado en calidad de investigados. Esos seis primeros llegaron a ingresar en prisión, pero solo cuatro de ellos -se exoneró al resto hace ya unos meses- serán los que se sienten al final en el banquillo de los acusados. Se trata de Rubén Á. H., Jorge Á. G. y Yeray R. V. e Imad A., que fueron los dos primeros detenidos la misma madrugada de los hechos. A excepción de este último, que tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA volvió a la cárcel para cumplir condena por romperle la mandíbula a un menor en otra agresión, todos están en libertad, pero con medidas cautelares que les prohíbe acercarse a menos de 500 metros de Germán, de la madre de éste y de las zonas de El Natahoyo y Poniente. Durante este último año todos han cumplido las normas.

La investigación judicial languidece. Por ella han pasado hasta tres jueces instructores distintos, lo que tampoco ha ayudado en dar agilidad a un caso muy complicado por la multitud de versiones y contradicciones de los testigos y protagonistas. Y eso que uno de los acusados, Rubén Á. H., confesó "por mala conciencia" cuando estaba ya en prisión preventiva que fue él quien golpeó a Germán Fernández, pero que solo le dio un puñetazo y para defenderse de la lluvia de golpes que, según declaró, estaba recibiendo. "Me vi envuelto en la pelea y le di un puñetazo, pero no tenía intención de causarle ese daño, lo siento mucho", declaró Rubén Á. H.

Lo que para unos fue una agresión, para otros fue solo el fruto de una pelea entre dos grupos una noche de fiesta. Esa pelea hasta tuvo dos escenarios distintos: uno en la esquina de las calles Felipe Menéndez y Marqués de San Esteban, donde se encontraban Germán Fernández y Rubén Á. H., entre más personas; y otro, donde estaban Imad A. y Yeray R. V. y amigos del camarero gijonés, que también participaron en los hechos.

El futuro de los cuatro implicados depende en buena medida del alcance de las lesiones de Germán Fernández. Y ahí está otro de los problemas. "Se necesita saber si las lesiones son somáticas o no y si fueron causadas de una forma u otra para saber en qué marco legal nos movemos, porque la diferencia está en hasta seis años de prisión o en hasta doce años", reflexiona la letrada de Rubén Á. H.. Esta defensa acudió en su momento a un neurocirujano que les explicó que hasta dos años no se estabilizarían esas lesiones y es por ello que, cumplido ampliamente ese plazo, "solicitados en el Juzgado que un perito forense examinase a Germán Fernández para saber cómo está, porque solo sabemos que las lesiones son graves, pero nada más". ¿Por qué el Juzgado lo ha rechazado? "Nos dicen que no es el momento procesal oportuno, pero es que antes no podíamos pedirlo porque las lesiones no estaban estabilizadas", explica la abogada. "No es normal que nos vayan a acusar por unas lesiones que no sabemos cuáles son, eso genera indefensión", añade la letrada defensora.

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