Unos expositores que habían hecho importantes esfuerzos para adecuar sus stands a "las exigencias sanitarias", señala la Cámara. Uno de los sectores que más apostaban por la celebración de la Feria es el del automóvil. Rosa Martínez, miembro del comité ejecutivo de la asociación de talleres y concesionarios del Principado de Asturias (Aspa) y de la directiva cameral, destacó ayer que, para su sector, la Feria es el principal acontecimiento del año, especialmente esperado éste tras el cierre de los concesionarios durante la alarma sanitaria. "Tenemos que adaptarnos a esta decisión, es lo que hay", remató.

En la otra parte de la balanza están los expositores que habían renunciado a ir, entre ellos unos 40 negocios hosteleros y de distribución de productos de alimentación, cuyo temor era que les obligaran a desmontar los stands. Desde la patronal Otea, se pronunció Javier Fernández, miembro de su comité ejecutivo y vicepresidente tercero de la Cámara, quien no cuestionó la decisión en base a criterios sanitarios, pero apuntó que "hay que promediar" entre economía y salud.

El Banco Sabadell-Herrero señaló, a través de su director general, Pablo Junceda, que se pone manos a la obra para preparar su pabellón para la edición de 2021, y a disposición de la Cámara "para lo que pueda necesitar". Fuentes del entorno de Liberbank, que ya había anunciado su decisión de no abrir su pabellón durante el certamen, calificaron ayer de "inevitable" la decisión del Principado.

Por su parte, el presidente de FADE, Belarmino Feito lamentó la cancelación de la Feria por razones de salud pública e indicó que "animamos a la Cámara de Gijón para que busque alternativas que puedan compensar en lo posible la pérdida de FIDMA y tanto a ella como a las empresas expositoras les brindamos todo nuestro apoyo".

La cancelación fue respaldada por la Federación de Vecinos (FAV), UGT y CC OO. Manuel Cañete, presidente de la FAV, apuntó que lo que "nos sorprendió" es que la Cámara intentara hacer la Feria. Fernando Díaz Arnáiz y Víctor Manuel Roza, secretarios de UGT y CC OO en Gijón, respectivamente, destacaron que debe primar la protección de la salud.