El presidente de Aragón, el socialista Javier Lambán, llegó a Gijón desde Zaragoza, vía Madrid, con "una cierta tranquilidad por tener la impresión" de que los rebrotes en su comunidad "pueden estar controlados" y definió a Javier Fernández como "un hombre al que quiero y admiro mucho". "Es culto", dijo, y aquí desató las risas de los otros dos presidentes presentes al añadir que "eso no es habitual en la política. Ha leído mucho y cuando habla se le nota". Recuerda haber elogiado muchas veces "la profundidad, coherencia y capacidad de llegar al corazón y a la cabeza de quien le escucha. Una reflexión sobre el presente y el futuro de España hecha por Javier hay que tomársela en serio", concluyó.