Ir por una acera de Gijón en bicicleta o patinete cuesta desde ayer 200 euros. La multa por infracción grave que aplicarán los agentes a los infractores que pillen. Las sanciones comienzan después de una semana en la que la Policía se limitó a informar y advertir. "Veo la multa un poco excesiva, pero si sirve para evitar accidentes siempre estará bien", opinaba ayer Samuel García mientras caminaba con su bicicleta por el paseo de Begoña. "Por la acera nunca suelo ir. Gijón para ir en bici no está mal, pero siempre se puede mejorar", añadía.

Para Marián Prieto, también usuaria habitual de la bicicleta en la ciudad, la medida es "demasiado estricta". "Me parece mal que por calles como Begoña o Corrida, que son peatonales y muy anchas, no pueda ir en bici y tenga que rodear por la carretera que, además es mucho más peligroso", sentencia.

Prieto, que va a trabajar todos los días en bici, se queja de que "los nuevos carriles que han hecho en calles como Pablo Iglesias son peligrosísimos; lo que hace falta son más carriles solo para bicis y exigir que la precaución sea para todos y no solo para los ciclistas".

El desarrollo de 29 ciclocarriles a lo largo de la ciudad es una de esas medidas de movilidad táctica promovidas desde el Ayuntamiento en estos tiempos de covid. El impulso al uso de transportes más sostenibles es el eje también de la campaña "Muévete por el ciclocarril" y la razón de que se hayan reordenado y ampliado los puntos de acceso a bicicletas y patinetes de uso compartido con 19 puntos únicos para GijónBici, Tucycle y Reby.

Cristian García y Judith Anguela, una pareja de turistas barceloneses de paso por la ciudad, tenían algún pero que ponerle a Gijón en este asunto. "Usamos el patinete eléctrico para conocer las ciudades mucho más rápido, y hemos notado que Gijón tiene tramos un poco peligrosos. A nosotros nos da miedo ir por la calzada, siempre preferimos usar los carriles bici", aseguraban.