La Cámara de Comercio de Gijón, así como las mueblerías y los concesionarios de automóviles, recibieron ayer un balón de oxígeno del Principado, que ha autorizado los dos salones monográficos programados para agosto a raíz de la prohibición de celebrar este año la 64.ª edición de la Feria Internacional de Muestras de Asturias (FIDMA) por el alto riesgo de transmisión del coronavirus. Los dos sectores más perjudicados por esa cancelación son precisamente los del mueble y el coche, que podrán finalmente contar con una alternativa. La organización de estos dos certámenes en el mes de agosto aleja la posibilidad de tener que aplicar una regulación temporal de empleo en el órgano cameral.

La Consejería de Salud del Principado comunicó a primera hora de la tarde de ayer a la Cámara que el Salón del Mueble y el Hogar "se puede llevar a cabo" del 7 al 11 de agosto. Aunque al cierre de esta edición la entidad cameral aún no había recibido la notificación respecto al salón del automóvil, del 13 al 18 de agosto, "entendemos que la decisión va a ir en el mismo sentido", explicó el director general de la Cámara, Álvaro Alonso Ordás. El aforo para ambas ferias ronda el millar de visitantes, las medidas preventivas son las mismas y mientras la ya autorizada para el mueble se va a celebrar en interior, en el Pabellón Central, la del automóvil usará los espacios al aire libre del recinto ferial "Luis Adaro", con lo que el riesgo es aún inferior a la ya autorizada.

Una de las claves para que el Principado haya dado el visto bueno a las nuevas ferias es que el aforo se ha reducido a 998 personas en el Salón del Mueble y el Hogar -para el del automóvil la cifra será similar- frente a las 14.071 propuestas para FIDMA. Esa reducción del aforo ha hecho que ambos certámenes no hayan tenido que pasar el filtro del comité técnico constituido para evaluar el riesgo de actos multitudinarios, cuyo dictamen desfavorable fue lo que llevó al Principado a prohibir FIDMA. Además, la Cámara presentó ante el Principado los nuevos eventos como encuentros de negocios más que como ferias al uso, al resaltar que quienes acudan a los mismos lo hacen con intención de comprar y no de pasar el día, como ocurre en la gran feria de agosto.

Otra de las claves para la autorización es el control milimétrico que va a tener la Cámara en cuanto a la identidad de los clientes y con quienes han estado en contacto durante su visita a estas ferias. Se trata de un factor determinante para que Salud pueda adoptar una respuesta rápida en el caso de que se detectara el virus entre algún participante en estas ferias, permitiendo hacer tests a quienes estuvieron en contacto con él, reduciendo así el riesgo de transmisión incontrolada del virus.

Ese control la Cámara lo va a llevar a cabo identificando a todos los asistentes y entregándoles un dispositivo, del tamaño de un llavero, que permitirá saber con qué personas estuvieron en contacto durante más de cinco segundos durante su visita a la feria. El director de la Cámara resalta que es la primera vez que se van a emplear en Asturias dispositivos de estas características.

Esa es sólo una de las muchas medidas de seguridad que se van a aplicar, como las habituales de uso de hidrogeles y mascarilla obligatoria, además de la contratación de distanciadores -personal que velará porque no haya aglomeraciones-, circulación por las ferias en sentido único, con entrada y salida diferenciadas y mayor amplitud de los stands respecto a eventos similares.

En cuanto al Salón del Mueble contará con 72 espacios de exposición de 36 metros cuadrados cada uno y unos 40 expositores, la mayoría de los cuales contarán con más de un espacio, explica Álvaro Alonso. Las entradas para estas ferias costarán un euro y medio. La Cámara sopesa si habrá o no venta anticipada.