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La arena rebosa en San Lorenzo

Los depósitos arrastrados por la marea cubren casi por completo el "murín" de la Escalerona: "Nunca llegó hasta esa altura", afirman los bañistas

El "murín" y los cimientos del antiguo balneario, descubiertos en invierno.

San Lorenzo está a rebosar de bañistas y en los últimas días también de arena. Los usuarios del principal arenal gijonés se han llevado una grata sorpresa con la principal zona de baño hasta arriba de arena en una inusual estampa: el contramuro ubicado entre la Escalerona y la escalera 3 -donde se asentaba el antiguo balneario de la playa- apenas sobresale unos centímetros, lo que revela el gran aporte de material en las últimas semanas en un año especialmente tranquilo en lo que a temporales marítimos se refiere.

El fenómeno, retratado con sus móviles por varios usuarios habituales, contrasta vivamente con la estampa que ofrece este mismo tramo del arenal en otras épocas del año, con los pivotes de los cimientos de madera del desaparecido complejo al aire varios metros por debajo del nivel del paseo. Con todo, los expertos coinciden en que este "llenazo" de arena no es algo a lo que haya que dar demasiada importancia, porque "responde al carácter cíclico de los aportes de las mareas", recalca el Germán Flor Blanco, que ha estudiado la playa gijonesa durante años.

Sí señala que "se viene observando un proceso de recuperación gradual, aunque muy lento, del nivel de arena en la playa", pero en este caso "lo que queda claro es que la arena viene y se va y es algo que lleva sucediendo desde siempre". Además, está la baza a favor de que "desde los grandes temporales de 2013 y 2014 no se han vuelto a producir demasiados problemas en lo que respecta a la cantidad de arena", con lo que "vemos cómo se va moviendo el sedimento y es normal que entre abril y noviembre haya más cantidad de arena", apostilla Flor, sin perjuicio de que "en septiembre volvamos a ver los escalones de arena en la zona del Piles por las mareas y el oleaje".

Los habituales de La Escalerona, entretanto, están encantados. Carlos de la Fuente, uno de ellos, cree una prueba de que la playa esté "viva" el hecho de que la cantidad de arena sea ahora mayor y cubra los restos del antiguo balneario y prácticamente todo el muro trasero. "Vengo siempre a esta zona y veo que la arena oscila, pero antes la piedra visible tenía mucha más altura", comenta. Víctor Pérez también lleva "toda la vida" yendo a la playa y reconoce que hacía "mucho tiempo" que no veía "tan baja" la parte del muro en cuestión. Lo mismo constata Francisco Fernández, quien afirma que "nunca la arena llegó a esta altura". Asimismo, este arquitecto de profesión explica que es más probable un descenso del nivel de arena y no un aumento, como ha ocurrido esta vez. "Sucede hacia arriba y hacia abajo, pero es más habitual hacia abajo. El curso pasado quedó a la vista un trozo de muro más alto", expone.

Incluso para algunos extranjeros que viajan a Gijón asiduamente es notoria la diferencia, como para Margarita Apik. "Tengo fotos viejas sentada en el muro, y la arena estaba mucho más abajo", confiesa esta armenia que visita la villa asturiana desde hace diez años.

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