La Confederación Hidrográfica del Cantábrico ha abierto expediente sancionador a ArcelorMittal por haber modificado el emplazamiento previsto para construir una laguna artificial con isleta en el centro del embalse de San Andrés de los Tacones.

El expediente fue abierto el pasado 21 de agosto, tras la denuncia presentada por la Coordinadora Ecologista de Asturias en febrero y del informe de la Dirección General de Biodiversidad del Principado de Asturias -al ser el embalse de San Andrés una zona de especial protección para las aves (ZEPA)- que señala que la obra efectuada por Arcelor incumple las condiciones en base a las que autorizó el proyecto.

Arcelor preveía haber vaciado este verano el embalse para reparar las fisuras que tiene la presa. Una obra que finalmente ha sido pospuesta tras la paralización de inversiones que decidió la multinacional al inicio de la pandemia.

El Principado puso como condición para autorizar el vaciado del embalse la construcción de una laguna con isleta para facilitar el anidamiento de las aves. El problema estriba en que Arcelor ejecutó esa laguna a 300 metros del emplazamiento autorizado, aprovechando la existencia de una charca natural de alta riqueza ecológica, según los ecologistas.

Arcelor va a presentar en los próximos días sus alegaciones a la Confederación, que tendrá un plazo máximo de seis meses para resolverlo. La multinacional se alegará que optó por cambiar el emplazamiento de la laguna artificial en base a un informe elaborado para ellos por la ingeniería ambiental Taxus, que recomendaba hacer la laguna en la zona finalmente elegida, por tener "la menor afección al entorno". Ese informe de Taxus fue posterior a la tramitación del proyecto por Arcelor ante la Confederación y ante el Principado.