Los ayuntamientos de Gijón y Carreño presentarán un proyecto conjunto a la convocatoria abierta por el Ministerio de Transición Ecológica con el fin de obtener una ayuda para crear planes de empleo de colaboración público-privada con motivo del cierre de la central térmica de Aboño. Este proyecto busca "fomentar una economía innovadora y sostenible" en ambos municipios tras el cierre de la central. El plan tendría un coste total de 735.000 euros, de los que el Ministerio financiaría 367.500 -la mitad del total-, el Ayuntamiento de Gijón, 232.500 euros; y el resto, 135.000 euros, las empresas seleccionadas.

En una primera fase se procederá a la selección de empresas interesadas en participar, que tendrán que presentar un proyecto en el que "identificarán aquellas ocupaciones que se consideren novedosas, demandadas por las empresas a las que representan, y no cubiertas en el mercado de trabajo actual", valorando especialmente que "no exista oferta ni en el ámbito educativo ni en el de la formación para el empleo, dado su carácter innovador". Además, las firmas podrían contratar a los participantes por un año tras la formación. La subvención que recibirán las empresas alcanzará el 100% de los costes de formación y el 70% de los costes laborales de un año de contratación de las personas beneficiarias del plan.

Además, la Junta de Gobierno dio ayer luz verde a la contratación de 70 personas dentro del plan de empleo municipal "Gijón Reinicia", que ya acometió una treintena más de contrataciones. Para la contratación de estos nuevos trabajadores, por un periodo de un año, imperarán los criterios sociales y solo aquellos que tengan que acreditar algún tipo de formación específica tendrán que presentarse a una prueba de acceso. El coste aprobado asciende a 1.540.000 euros, repartidos en 257.000 euros en el presupuesto de este año y 1.283.000 en el del año próximo.

Hasta 34 de estos trabajadores formalizarán contratos por obra o servicio relativos fundamentalmente a puestos relacionados con el sector de la construcción y los otros 36 serán contratos en prácticas que configuran una plan de empleo específico centrado en el sector cultural -Plan de Empleo Cultural-, "uno de los sectores que más perjuicio está obteniendo en el marco de la presente crisis sanitaria", en palabras de la portavoz municipal Marina Pineda.