Antes de ser hostelera, Eva Yolanda Morillo se ganaba la vida como artista circense. Su marido, Carlos Da Silva, era payaso y ella, equilibrista. Vieron mucho mundo hasta que hace seis años abrieron en la avenida de Portugal la cafetería Isla Madeira. Jamás pensaron que tendrían que volver a caminar por la cuerda floja, pero el covid-19 los ha empujado a un espectáculo sin red. Por ello ayer, en una nueva manifestación hostelera, tomaron el megáfono para pedir ayuda. “Estamos ahogados y abocados al cierre”, dijo la pareja.

La manifestación, tercera esta semana, partió desde los jardines de la Reina, a la altura de las Letronas, hasta la plaza Mayor. Detrás de las pancartas, estaban los mismos que impulsaron la gran concentración del 28 de octubre, a la que asistieron un millar de pequeños empresarios. Ayer, fueron casi la mitad, pero armaron más ruido. Tras leer un nuevo manifiesto frente al Ayuntamiento, los organizadores se lanzaron a cortar el tráfico del paseo del Muro, a la altura del martillo de Capua. El colapso lo provocaron con las furgonetas de reparto, que como hace siete días, volvieron a atronar con sus bocinas.

Jaime Murciego fue uno de los repartidores que cortó el tráfico. Es comercial, vecino de Gijón y tiene 47 años. Lleva 15 años ganándose la vida de esa manera. Lanza una advertencia. “Lo que se viene encima es tremendo. La crisis de 2008 será un paseo en comparación”, afirma. James David fue otro de los comerciantes que cortó tráfico. Este tiene 43 años y es gijonés. “Todos estamos en el mismo barco. Hay muchos bares que están ya cerrando”, avisa. Los dos comparten una característica llamativa. Salvo por la de ayer y la del miércoles, nunca más fueron a una manifestación.

“Todos estamos en el mismo barco. Hay muchos bares que están ya cerrando”

Los manifestantes volvieron a pedir responsabilidades políticas. Pidieron la dimisión de la alcaldesa, Ana González, como ya hicieron hace siete días. Ayer, también cantaron en contra del presidente del Principado, Adrián Barbón, durante el corte de tráfico que realizaron en el paseo del Muro. La interrupción de la circulación se prolongó durante varios minutos y se mantuvo sin poder moverse a la línea 10 y a la línea 4 de autobuses públicos. “Quiero trabajar, lo único que pido es poder seguir teniendo una vida normal”, apuntó Willy Álvarez, el encargado de la sidrería La Marquesa.

Tras el corte en el Muro, la manifestación se dirigió hacia la escalera 12 para volver a interrumpir el tráfico. Tras discutir amigablemente con la Policía Nacional, los organizadores decidieron retirarse. Como ya sucedió el día 28, no se produjo ni un solo incidente. La de ayer, no será la última protesta que realicen los hosteleros gijoneses. Ya maquinan la siguiente, que se baraja que sea la semana que viene.

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Concentración de hosteleros en Gijón Efrén Tomás

“El cierre exige conceder más ayudas”, critica la oposición

“No cuestionamos las medidas, pero a la vez que se producen los anuncios de cierre deben darse las soluciones”. Esta declara del portavoz de Foro, Jesús Martínez Salvador, ilustra bien el motivo por el que la oposición política de Gijón, presente ayer en la manifestación de hosteleros en la ciudad, pide al Ayuntamiento más planes de rescate ante el nuevo cierre de al menos 15 días ante el repunte de casos de coronavirus. Mara Simal, de Ciudadanos, también cree que el cierre se ha impuesto sin medidas que contrarresten las pérdidas. “No los entendemos, en el próximo Pleno las reclamaremos”, aseguró. El grupo municipal de Podemos, por su lado, criticó también ayer “la demora en el pago de ayudas a los negocios que se anunciaron este verano” y preguntarán por ellas al gobierno. A la protesta de ayer también acudieron representantes de Vox y del Partido Popular, como apoyo a los manifestantes.