De la calle Corrida a Fontaciera hay apenas diez kilómetros de distancia. O sea, un viaje de poco más de un cuarto de hora en coche desde el centro de Gijón para llegar a un núcleo de la zona rural que carece de saneamiento. El problema en ese lugar afecta a 150 vecinos. Pero no son ni mucho menos los únicos con la misma carencia en las parroquias del concejo. La situación se repite en Porceyo, Ruedes, Fontaciera, Huerces, La Pedrera y Serín, solo por citar algunos ejemplos. “Es un problema sangrante, que afecta a casi toda la zona rural”, afirma el secretario de la Federación de Asociaciones de Vecinos de la zona rural “Les Caseríes”, Miguel Llanos.
Emilia Silva es vecina de Fontaciera y carece de saneamiento. Como ella, hay otros 150 residentes en ese punto de La Pedrera cuyos deshechos van a parar a fosas sépticas, lo que genera, además de un coste económico, molestias como malos olores y a veces fugas. “Hay zonas en verano donde no se puede caminar por el tufo”, cuenta Silva. Al contrario que en Huerces, Caldones y La Pedrera donde la EMA ya ha presupuestado obras de canalización, los vecinos de Fontaciera aún tendrán que esperar. Lo explica Javier Fernández, el presidente de la asociación de vecinos “San Roque” de la parroquia: “No sabemos cuando llegará”.
Los vecinos de la zona rural han tramitado varias quejas por el asunto. “Les Caseríes” reclamó a la Empresa Municipal de Aguas, (EMA), un informe detallado con las ubicaciones de las vivienda sin saneamiento en la zona rural. A pesar de su insistencia, por ahora no han tenido respuesta por lo que la falta de canalización se suma a otros inconvenientes como la mala conexión a internet o los problemas de movilidad. “Se da publicidad al medio rural, pero no hay saneamiento, ni internet, ni transporte. Así es complicado que la gente quiera vivir aquí”, se resigna Llanos.
Llanos es además el presidente de la asociación vecinal “San Andrés” de La Pedrera, donde se encuentra el barrio de Arroyo. Sus vecinos llevan tiempo clamando por la falta de saneamiento. La EMA proyecta en sus presupuestos para 2021 las obras de canalización de ese lugar, que tendrán un coste de 637.000 euros. “El presupuesto está aprobado, pero sin ejecutar. Ya con la anterior corporación pasó lo mismo. Eso sí, para obras en la avenida de El Molinón o en la plaza del Instituto siempre hay dinero”, critica Llanos.
En el barrio de Santa Elena, en la parroquia de San Martín de Huerces, los vecinos llevan años esperando por tuberías para deshechos fecales. Para ello, deben conectarse al colector cercano al arroyo de nombre homónimo. Eso implica hacer obras en las fincas de 22 viviendas. Todos los interesados están de acuerdo, menos uno, que, al no dar su consentimiento, frena el proceso. “Se habría solucionado con una expropiación, pero el expediente nunca llegó”, explica Mario Cabeza, el líder vecinal de la parroquia. La EMA refleja en sus presupuestos de 2021 la primera anualidad para el saneamiento de Santa Elena, cifrada en 288.000 euros. “Para nosotros es una buena noticia porque los vecinos ya están cansados”, añade el presidente de la asociación “La Atalaya” tras años con el asunto.
Los presupuestos de la EMA de 2021 en su apartado de saneamiento deben traducirse en aproximadamente 9.100 metros lineales de tuberías en la zona rural y de 112 acometidas a domicilios. Además de en Huerces y La Pedrera, la Empresa Municipal de Aguas proyecta para 2021 obras para ampliar el saneamiento en Caldones, con un coste de 475.000 euros. Por tanto, sumando todas las actuaciones previstas, la intención de la EMA es invertir como mínimo 1,4 millones de euros en saneamiento en la zona rural para 2021.
Habrá parroquias que deberán seguir esperando, como Fontaciera. Lo mismo sucede por ejemplo en Porceyo. “Estamos todavía a la mitad”, comenta Marta Martínez, la presidenta de la asociación “San Félix”, una parroquia donde hay varias zonas donde los residuos van a parar a fosas sépticas. “Es una de las mejores inversiones que se puede hacer en la zona rural, eso está claro”, añade Martínez. Lo mismo piensan en Serín, una de las parroquias más grandes y más alejadas del centro, donde la mayoría de los vecinos carecen de saneamiento. “Es una verdadera vergüenza que estando a 15 kilómetros de Gijón aún estemos sin saneamiento en pleno siglo XXI”, califica José Luis Fernández, el vicepresidente de la asociación de vecinos “San Miguel” de Serín, una de las muchas zonas rurales donde el saneamiento aún brilla por su ausencia.
