El arte y la cultura sobreviven tenazmente en medio del paisaje de batalla que deja diariamente, y así desde hace muchos meses, la pandemia por el covid-19. Se hace fuerte en algunos espacios que resisten frente a tantas restricciones de la vida social. La sala de arte de la Fundación Alvargonzález, en Cimadevilla, es un ejemplo. La institución que preside el catedrático Ramón Alvargonzález abrió ayer la primera exposición de este 2021 con una serie de obras de dos pintoras que se presentan a sí mismas como “aficionadas”, pese al oficio y la inspiración de sus obras.

Elena Prieto y Patricia Ibaseta, felices ayer junto a sus cuadros, comparten esa afición por la pintura. Y, además, una amistad que mantienen desde niñas. Presentaron ayer su exposición, que puede verse en la sala de la Fundación Alvargonzález hasta el próximo 29 de enero, como un “regalo” para “disfrutar”. Amistad y pintura en una exposición que es, también, un símbolo en estos tiempos hostiles.