Con el hogar social de Ceares no hay nada que hacer. La histórica sede de la asociación “La Cruz” será demolida. El Ayuntamiento así lo aprobó en 2018 y en la prórroga presupuestaria de este año incluirá una partida para echarlo abajo y solo dejar la fachada. Pero hasta que eso suceda, el edificio es una preocupación para los vecinos. Y no por su ruina, sino porque desde hace un tiempo no está vacío. El hogar social de Ceares cuenta con tres “okupas” desde hace al menos un mes. “No dan problemas, pero tememos por ellos”, asegura Pilar Ruiloba, la líder vecinal.

La ocupación del hogar social viene de lejos. Por su peligrosidad, está el paso está cerrado con verjas de metal. Desde hace semanas, hay personas que duermen a la puerta. Se protegen con bloques de hormigón y mantas. Sin embargo, cuando el frío comenzó a arreciar decidieron meterse dentro. Todo un riesgo a juicio de los vecinos de Ceares. “Puede haber una desgracia, porque está en muy mal estado. Cualquier día se viene abajo”, razona Pilar Ruiloba de la asociación “La Cruz”.

En la asociación no son sospechosos de tener prejuicioa. Esta semana han completado una recogida de ropa de abrigo para el Albergue Covadonga. Cuentan los vecinos que los “okupas” deben disponer de agua y de luz. Y también urgen una solución que debería llegar con el derribo de la infraestructura. En teoría, en ese lugar debería erigirse la futura sede de los vecinos de Ceares. Aunque Pilar Ruiloba, presidente en funciones de la entidad, no se lo creerá hasta que lo vea. “Llevamos 15 años con el tema. La sede que tenemos ahora se quedó pequeña desde hace tiempo y hay humedades”, zanja la líder vecinal.