El veterano corazón del oftalmólogo Diego Baamonde Ferreiro se apagó el sábado a los 91 años. Nacido en As Pontes, en la provincia de La Coruña, el sanitario ejerció durante su larga y prolífica carrera en Gijón. Recordado con cariño por sus pacientes, destacó por introducir técnicas modernas y ser el primer jefe del servicio de Oftalmología en el Hospital de Cabueñes.

Baamonde Ferreiro nació en 1929. Cursó sus estudios en la Facultad de Medicina de Santiago de Compostela. Decidió encaminarse, gracias a su vocación y su buen expediente, hacia la especialidad de oftalmología en el Hospital Universitario gallego. Junto a su mujer, Pachita Arbáiza, decidió emprender una nueva vida en Gijón, a pesar de haber podido optar por quedarse en tierras gallegas.

Diego Baamonde

Diego Baamonde

Fue el primer jefe del servicio de oftalmología del Hospital de Cabueñes y tuvo también su propia clínica en la céntrica calle Langreo. Sus logros fueron introducir modernas técnicas de su especialidad en el complejo hospitalario y organizar este servicio. Su pericia le permitía también realizar cualquier tipo de cirugía oftálmica. Muchos de sus pacientes le recuerdan con mucho cariño por ello.

El matrimonio tuvo cuatro hijas. Begoña, profesora titular de Oftalmología; Ana, catedrática de Farmacología en la Universidad de Oviedo; Alicia, dueña de una óptica en la calle Langreo y Esther, también afincada en Gijón. Fuera del ámbito sanitario, Baamonde Ferreiro destacó por ser un hábil cocinero. Así lo recuerda Jesús Merayo-Lloves, catedrático de oftalmología y director del Instituto Universitario Fernández-Vega. “Le conocí hace doce años en su casa de Caravia y tuve el placer de disfrutar de su tiempo, energía, alegría vital y de su arte en la cocina”, explicó. “Su generosidad se extendía a compartir sus recetas con afamados chefs de Asturias o incluso con sus yernos como Álvaro Meana”, añadió sobre su apreciado y ahora añorado amigo.