“Araceli se ha ido, pero nos queda su memoria, su ejemplo y su trabajo”. Las entidades memorialistas se expresaron así ayer en un emotivo comunicado conjunto para lamentar el fallecimiento el viernes de la “niña de la guerra” Araceli Ruiz. En la misiva, las agrupaciones anuncian que despedirán a la nonagenaria el próximo sábado en un “merecido homenaje” que tendrá lugar a las 17.30 horas en El Arbeyal, donde se ubica la escultura de Vicente Moreira que recuerda al más de un millar de niños que, junto a Ruiz, partieron desde El Musel el 23 de septiembre de 1937 en busca de refugio en la Unión Soviética, huyendo de la Guerra Civil. El acto de próximo 6 de marzo consistirá en una reunión breve en la que se solicita a los asistentes dejar un clavel rojo junto a la figura. “No era una niña de la guerra, sino una niña de la paz”, aseguran los memorialistas.

Los colectivos firmantes del comunicado (Asociación Niños de Rusia, Acción en Red Asturies, Archivo Guerra y Exilio, Asesoría de la Mujer de IU, Asociación Lázaro Cárdenas, Asturias Laica, Asturias Socialista, Ateneo Obrero de Gijón, Ateneo Republicano de Asturias, Famyr, Grupo Eleuterio Quintanilla, IU Asturias, Plataforma por la memoria del País Valenciá, Socialismo y República Asturias y Valencia Laica) señalan que Ruiz, fallecida a los 96 años, “vivió una vida plena que, como ella misma decía, no la cambiaría por ninguna otra”. Cuando logró regresar a España y “a su Gijón del alma”, poco después de morir Franco, “decidió dedicarse hasta el fin de sus días a la difusión y conocimiento de los “niños de la guerra’”, dirigiendo durante años la asociación regional que los agrupaba. “Era su causa, era lo que daba sentido a su vida y a la que dedicaba toda su energía, su simpatía y sus desvelos”, ahondan los memorialistas.

El Consejo de Asociaciones de Mujeres de la ciudad la tildó como “una luchadora antifascista” y un “ejemplo de ética, lucha y coherencia política”, que le valió el reconocimiento con la Medalla de Plata de la ciudad en 2008 y el Premio Pasionaria en 2015. “Sentimos profundamente tan triste pérdida, en el convencimiento de que su ejemplo cundirá en las generaciones jóvenes”, completaron las feministas. Ruiz llevaba más de dos años sin participar en actos públicos después de que sus problemas de salud la obligasen a ingresar en una residencia de mayores.