El alumno del colegio Santa Olaya con necesidades especiales para el que las familias reclaman más atención especializada para una normal convivencia está en casa, siguiendo las clases por Teams, “en una situación controlada bajo la tutela de los padres”, aclaró ayer la consejera, Carmen Suárez, en una intervención en el pleno de la Junta a preguntas de Vox.

“A este alumno le llevamos haciendo un seguimiento desde 2016, conocemos por tanto cuál es su situación”, indicó Suárez antes de enumerar cómo se realizaron siete actuaciones con él, “cambió de centro y se continuó con su seguimiento. En marzo ocurrió un hecho puntual y desde ese momento hasta hoy hemos realizado 15 actuaciones. Finalmente, después de esas actuaciones, se decidió que lo mejor era que el alumno pasase en casa dos o tres semanas, quizá cuatro, pero no está sancionado, no está expulsado”, recalcó la consejera, antes de apelar a la “buena voluntad de todas las partes” para una posible vuelta al aula. “¿De qué manera el centro aborda la entrada de un alumno que ha sido estigmatizado?”, apuntó Suárez.

Las familias, por su parte, rechazan que el niño esté estigmatizado y señalan que “tenemos buena voluntad, pero se acaba cuando nuestros hijos tienen que ir a Salud Mental por el estrés de esta situación”, mientras piden personal específico para el niño en el aula.