El juicio por el brutal crimen de un bebé recién nacido en el barrio de Nuevo Roces arrancará el próximo 10 de mayo en Gijón con la madre del niño como única acusada por el brutal asesinato. Silvia A. M., que permanece en prisión preventiva desde su detención, en septiembre de 2019, será primera persona que se enfrente a la prisión permanente revisable en Asturias, pues esa es la condena que tanto el Ministerio Fiscal como su expareja, padre biológico del niño, solicitan para ella.

El escrito de acusación del fiscal, en línea con el presentado por su exnovio, describe que Silvia A. M. dio a luz al bebé, de 2.670 gramos de peso, tras una gestación completa en la mañana del 1 de agosto de 2019, cuando estaba sola en el piso de Nuevo Roces en el que vivía con su novio, Daniel B. S., exonerado del crimen. Tras el parto, y antes de realizar búsquedas por internet como "cuánto se tarda en morir por hemorragia", asestó 53 puñaladas a su hijo con un cuchillo de cocina con mango de madera, según el sumario al que accedió LA NUEVA ESPAÑA en el mes de enero. Según el fiscal, Silvia A. M., que de ser condenada deberá indemnizar con 50.000 euros a su expareja, era plenamente consciente de lo que hacía y descarta "alteración alguna de sus facultades".

Tras el crimen, metió al bebé, unido por su cordón umbilical a la placenta, en una mochila que utilizaba habitualmente su novio -clave en la investigación porque había una foto en Twitter donde aparecía- y lo tiró a la basura donde, en la madrugada del 2 de agosto, lo encontró un vecino. Ella siempre actuó de espaldas al padre biológico del niño y a toda su familia. "Nadie conocía su estado", afirma el fiscal. Para prevenir a su novio, dada la gran cantidad de sangre que había en la casa, Silvia A. M. le llamó por teléfono para decirle que había sufrido un sangrado masivo por un quiste en un ovario, algo que como se demostró en el examen practicado en Ginecología del HUCA por orden judicial era mentira.

Juntos limpiaron la sangre que había quedado por la vivienda, pero ella nunca reveló el parto ni a su entonces pareja ni tampoco a ningún familiar. Tras el hallazgo del bebé por un vecino del barrio que rebuscaba en la basura, dio comienzo una exhaustiva investigación policial que desembocó en el arresto de Silvia A. M. y de Daniel B. S.. En un primer momento ella exculpó a su pareja, que quedó en libertad con cargos, mientras que ella, que luego cambió su versión, ingresó en la cárcel.

Daniel B. S. se mostró "satisfecho" por la petición del fiscal, según reveló entonces su abogado, Ricardo González. El joven ejerce la acusación particular y en breve presentará su escrito, en el que solicitará también prisión permanente y una indemnización "algo superior".