Después de un estreno en formato online, en su segunda edición, aún con limitaciones, el “Poex” Gijón pudo acercarse al público. “La valoración es muy positiva, somos una cita que ya se ha asentado en la ciudad, y en el futuro queremos llegar a los centros educativos”, explica Jaime Priede, director del festival poético.
“La cita tuvo un efecto terapéutico en los autores que vinieron, fue el primer acto presencial en muchísimo tiempo y eso generó un clima positivo y agradable”, señala Priede. El responsable de “Poex” recuerda también, a la hora de hacer balance, que por las limitaciones “aún no pudimos cumplir lo que teníamos diseñado”, pero les ha permitido crear una marca y asentarse: “Queremos mantener la calidad, diversidad y pluralidad. Gijón tiene una diversidad cultural muy grande, queremos que ‘Poex’ sea un digno compañero de viaje de Feten, la ‘Semana negra’ o el FICX (Festival Internacional de Cine de Gijón).
Raúl Zurita, Carmen Yáñez, Luisa Castro, Miriam Reyes, Fernando Beltrán fueron algunos de los participantes en esta edición. “Tenemos que intentar superar esa idea de que la poesía es algo elitista, una forma cultural para unos seleccionados. Queremos generar una pluralidad, y buscar los formatos para llegar al publico de forma diferente, no solo con libros de poesía, si no con lecturas duales, conciertos o cine”, apunta Priede, que también subraya los dos momentos que más le emocionaron: “El encuentro de Carmen Yáñez con Raúl Zurita, que han pasado por torturas y por la cárcel, fue algo muy especial. Igual que la lectura de Fernando Beltrán, en su vuelta a un acto presencial tras estar hospitalizado, o la propuesta de Miriam Reyes de escenificar los poemas y recitarlos de memoria”.
