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Las acusadas de difundir una prueba de ADN de dos niños niegan los hechos

“A mis hijos les llaman bastardos”. Así lo aseguró ayer una madre gijonesa que llevó ante el juez a dos mujeres por fabricar una supuesta prueba falsa de ADN de dos de sus hijos para acreditar que estos no eran de su padre y difundirla en redes sociales para dañarla. Paralelamente a estos hechos, las acusadas habrían iniciado una campaña de insultos y llamadas contra la denunciante. Entre las tres existe una turbia relación familiar.

A las procesadas se las pide por estos hechos dos años y seis meses de cárcel para cada una de ellas por un delito de injurias y otro de calumnias. Ninguna de las dos quiso declarar en la vista que se celebró ayer en el Juzgado de lo Penal número 1. Las defensas reclamaron la libre absolución para ambas. Primero, porque a tenor de las pruebas, que se basan en capturas de pantallas, no se puede acreditar que ellas estuvieran detrás de los mensajes. Y segundo, porque en el caso de haber delito, este ya habría prescrito.

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