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Fomento recupera su latido

La fachada marítima entre Poniente y Cimavilla, pendiente de su gran reforma, suma nuevas terrazas: “Hay que aprovechar el mar”

Daniel Canteli sirve a María Palacios y a Jorge Morán. | Ulises Arce

A escasos metros de la playa de Poniente, Jorge Luis Morán apura un refresco junto a su amiga María Palacios en una de las terrazas de la zona de Fomento. Natural de Castellón, el joven sabe muy bien lo que es vivir en una ciudad con puerto deportivo con una actividad frenética. Una actividad que la fachada marítima gijonesa entre punta Lequerica y El Natahoyo, que está pendiente de su gran reforma integral, comienza a recuperar tras los meses de la pandemia y el mal tiempo con la llegada de nuevas terrazas, la reconversión de algunos negocios y la reapertura de viejos clásicos. “Es una zona de oportunidades, Gijón no puede vivir de espaldas al mar”, apuntan clientes y hosteleros.

El hostelero Ignacio Robles colocando una sombrilla. Pablo PALOMO

La fachada marítima de Poniente a Cimavilla está en fase de cambio. En octubre del año pasado, se convocó un concurso de ideas para dar sustrato a la voluntad del gobierno local de hacer una reforma integral de la zona. Hay 14 propuestas sobre la mesa, procedentes de los ámbitos del urbanismo, la arquitectura y la ingeniería. Además, se han presentado tanto empresas regionales, como nacionales e internacionales. Los retos son dos. Primero, reorganizar la movilidad dando prioridad al peatón y a los ciclistas y restringiendo el uso del coche privado. Y segundo, apostar por una nueva imagen del paisaje urbano que le devuelva a la zona sus cualidades de zona de ocio y de convivencia.

César Telenti en una nueva terraza del paseo. Pablo PALOMO

Actualmente, la fachada marítima desde la playa de Poniente hasta punta Lequerica cuenta con varias terrazas. La última en llegar ha sido la de un conocido restaurante italiano del cual el hostelero César Telenti ejerce como responsable de comunicación. “Las terrazas han venido para quedarse, porque son el complemento perfecto para la hostelería. En los puertos deportivos y en los paseos marítimos de otras ciudades son algo cotidiano que en Gijón también debe de integrarse porque existe en muchos lugares”, afirma Telenti.

Quien conoce como la palma de su mano la zona de Fomento es Ignacio Robles, que lleva 35 años con su cafetería en la calle Rodríguez San Pedro, haciendo esquina con Felipe Menéndez. “El cambio que pegó la zona con su última reforma fue brutal”, puntualiza. Como veterano, tiene claro que la nueva imagen del paseo “tiene que incluir a todos, tanto a los coches, como a los peatones y a los ciclistas”. “Sería bueno que hubiera más tiendas y más terrazas”, añade.

Marcos Suárez y Lara Rico apuraban ayer un par de cañas en una terraza de los Jardines de la Reina. “Con la reforma, se debe compaginar la hostelería de día con el ocio nocturno”, apuntan. Mauri Mata, en la misma terraza, pide “mantener la esencia de Fomento” cuando se implementen los cambios. Mientras tanto, en Claudio Alvargonzález, ahora semipeatonal, también vuelve el movimiento en las terrazas. En los próximos días abrirá además una nueva sidrería. “Se nota más movimiento, pero con la reforma hay que seguir impulsando las terrazas sin perder la tradición de la sidra”, zanja el conocido hostelero Cayo Wey, del tránsito de Las Ballenas, que, como el resto de la fachada marítima de Fomento comienzo a recuperar su latido tras la pandemia.

Convivencia entre peatón y ciclistas

La fachada marítima entre Poniente y Cimavilla es un punto en el que conviven los ciclistas, que cuentan con un carril bici en la acera, y decenas de paseantes que transitan entre el centro de la ciudad y la zona oeste todos los días.

El carril bici de Fomento.

Una terraza junto a los Jardines de la Reina. Pablo PALOMO

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