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Juzgados de Gijón.

Afronta ocho años de cárcel por tener sexo con su novia, de 15 años

Defensa y Fiscalía piden la absolución al estimar que consintió las relaciones y que, pese a la edad, ella era “madura” para aceptar

Un joven vecino de Gijón y natural de Colombia que mantuvo relaciones sexuales completas y supuestamente consentidas con su novia, nacida en Rumanía en 2004, se sentó ayer en el banquillo de los acusados por un presunto delito de agresión sexual dado que a su pareja le faltaban apenas cuatro meses para cumplir los 16 años, edad que marca la ley para consentir este tipo de actos. El chico afronta hasta ocho años de cárcel que solicita la acusación particular al entender que, además de la edad, la joven se encontraba bajo los efectos del alcohol y que su consentimiento no tenía validez alguna, mientras que la defensa y también la Fiscalía abogan por la libre absolución al considerar que ambos compartían “un grado de desarrollo y madurez similar”. El juicio, celebrado ayer en la sección octava de la Audiencia a puerta cerrada, quedó visto para sentencia.

El acusado y la menor mantenían una relación de amistad y sentimental porque ambos se gustaban, según se refleja en las tres versiones de los hechos, cuando él tenía 22 años y ella 15 años y ocho meses. En mayo del pasado año, juntos estuvieron bebiendo varias copas de whisky con Coca-Cola en casa de él, y acompañados por los hermanos del procesado. Luego, los dos se fueron a una de las habitaciones y mantuvieron relaciones sexuales completas “durante cinco o quince minutos” porque a ella se le hacía tarde y tenía que volver a su casa. Al día siguiente, al enterarse de lo ocurrido, la madre y la menor, tal y como refleja la fiscal en su escrito, acudieron primero al Hospital de Jove y luego a Cabueñes. En los informes emitidos se indica que la menor “no presenta patología urgente ni lesiones”.

La defensa del joven va un paso más allá y recuerda que en esos informes sanitarios se refleja que la menor explica que mantuvo “relaciones sexuales consentidas, negando agresiones por parte de la pareja”. También los sanitarios hacen constar que esta joven, a pesar de ser menor de edad, se comporta como una persona “madura psicológicamente”, y que era su madre la que “estaba agobiada”. De hecho, señala el escrito de defensa basándose en los informes médicos, que la joven aceptó someterse a una exploración física “para evitar un conflicto familiar”.

Estas fueron las versiones mantenidas ayer tanto por el acusado como por la Fiscalía, que incidió en solicitar la libre absolución del joven. A su juicio, la denunciante “es capaz de comprender y evaluar las consecuencias de sus actos, ambos tienen un grado de desarrollo o madurez similar y la diferencia de edad, circunstancias y desarrollo coincidentes determinan la no afectación en este caso a la libertad ni a la indemnidad sexual de la joven”. Además, la acción sexual se realizó “sin violencia ni intimidación ni prevalimiento” y fue “consentida por mediar vínculo afectivo o de pareja entre ellos”.

La acusación particular, en cambio, ejercida por la madre de la joven, incidió en solicitar ocho años de cárcel para el acusado. Estiman que pese a ser consciente de que la chica era menor de 16 años optó por mantener relaciones sexuales, y que en el caso de llegarlas a consentir, esa aceptación “carece de toda validez” dado el estado de embriaguez después de haber tomados “dos o tres copas” de alcohol”. A los ocho años de cárcel añade otros diez de alejamiento. El juicio quedó ayer visto para sentencia.

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