Gijón tendrá en La Calzada su primera zona de bajas emisiones. El equipo de gobierno estudia ya la implantación en el barrio de esa tipología de zona que viene regulada en la novedosa, polémica y recién aprobada ordenanza de movilidad sostenible de la ciudad y que facilita, llegado el momento y por decisión municipal, ejecutar medidas especiales de regulación de acceso, circulación y estacionamiento de vehículos para conseguir una reducción de las emisiones contaminantes procedentes del tráfico. El edil de Movilidad y Medio Ambiente, Aurelio Martín, hizo este anuncio en el marco del Congreso Nacional del Medio Ambiente, donde ayer participó precisamente en una mesa redonda sobre implementación de zonas de bajas emisiones (ZBE) junto a representantes de los ayuntamientos de Pontevedra y San Cugat.
La nueva ordenanza de movilidad facilita que se pueda implantar este tipo de zonas pero no es el único elemento normativa que traslada a Gijón la realidad de las zonas de bajas emisiones. La también nueva ley de Cambio Climático y Transición Energética, aprobada por el Congreso de los Diputados en abril, impone a los municipios de más de 50.000 habitantes tener antes de 2023 planes de movilidad sostenibles que incluyan este tipo de zonas. El Ayuntamiento de Gijón tiene ahora mismo en marcha la redacción de ese plan consciente de esa exigencia.
La elección de La Calzada para estrenar una ZBE –aunque sin concretarse aún el territorio específico que se vería afectado– se vincula también a la existencia de un plan de calidad del aire específico para la zona oeste de Gijón impulsado desde el gobierno del Principado de Asturias y el Ayuntamiento de Gijón. Entre las medidas de ese plan de acción a corto plazo están, por ejemplo, la definición de medidas específicas para la zona en el plan de movilidad de Gijón. Se entiende que la ZBE de La Calzada sería un instrumento complementaria al plan del aire, al plan de movilidad y al protocolo de actuación en caso de episodios contaminantes que activaría el Ayuntamiento.
Todo ello dentro del reto global de minimizar las consecuencias para la población del problema de polución que sufre la zona oeste de Gijón. Un problema básicamente vinculado a la actividad industrial y portuaria pero al que no es ajeno el tráfico. Además, la norma obliga a justificar la elección del espacio que se delimite como ZBE y en La Calzada, entiende el Ayuntamiento, esa justificación es más que fácil de argumentar en base a todos esos documentos y al propio histórico de mediciones de la calidad del aire.
Pero como todo en estos momentos, en el juego también entran los fondos europeos. La idea del Ayuntamiento es que la zona de bajas emisiones se convierta también en una oportunidad para conseguir inversiones orientadas a convertir La Calzada en un barrio más sostenible. Inversiones que tienen que ver con el impulso de zonas verdes, espacios peatonales, aparcamientos alternativos.... Un enfoque que, entiende el gobierno local, tiene cabida en la próxima convocatoria de ayudas del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana en el marco del Plan de Recuperación y Resiliencia. Esas ayudas están convocadas para este mismo verano. Las intenciones municipales de aprovechar los fondos europeos para hacer de La Calzada un barrio más verde tienen ya antecedentes. La Calzada es, junto a El Llano y El Coto, uno de los barrios elegidos para crear una ecomanzana.
¿Qué es una Zona de Bajas Emisiones (ZBE)?
Ámbito territorial, conformado por el conjunto de vías públicas debidamente delimitadas que presenten continuidad geográfica, en que se implanten medidas especiales de regulación de acceso, circulación y estacionamiento de vehículos, para la reducción de las emisiones contaminantes procedentes del tráfico.
¿Quién lo define?
El órgano municipal competente a través de un procedimiento de participación ciudadana y tras un período de información pública.
¿Qué se define?
La delimitación del área restringida, la ordenación de la red viaria definiendo los puntos de acceso y los criterios de acceso, gestión y funcionamiento.
