Con amplias cristaleras para que entre la luz del día y unos acabados modernos, Casintra Port, la nuevas instalaciones del Grupo Casintra dedicada al transporte y la logística del contenedor abiertas hace unos días, se alejan de la imagen tradicional de la mayoría de construcciones de El Musel. Tras una inversión de tres millones de euros, la firma ha podido finiquitar unas obras que la pandemia demoró. Y ya trabaja a pleno rendimiento en el muelle de La Osa con dos objetivos fundamentales: diversificar su oferta a raíz de la descarbonización centrándose en el almacenamiento de productos alimentarios y atraer industrias de provincias limítrofes para que elijan Gijón para dar salida a sus productos. “Casintra Port supone dar un salto cualitativo y cuantitativo”, explican los responsables de la cooperativa, con 285 socios.
Las nuevas instalaciones de Casintra cuentan con una superficie de 15.000 metros cuadrados. José María Hevia es el director de operaciones y graneles y contenedores. “Llevamos operando desde el mes de septiembre con la parte de depósito de contenedores y vaciado de materias primas de productos siderúrgicos”, explica. De la cifra total de nuevo espacio, Casintra ha dedicado 7.000 metros cuadrados a naves cubiertas, de los cuales 6.000 están destinados al almacenamiento de productos alimentarios, como café. También tienen espacio para productos siderúrgicos y graneles. Estas naves cuentan con estrictos protocolos de seguridad y uno de los niveles más altos de nivel de seguridad. “Son los primeros almacenes que cuentan con un registro sanitario, que es algo no había en El Musel”, remarca Hevia.
Francisco Álvarez es el presidente de Casintra y conoce como la palma de la mano una infraestructura en la que de momento trabajan 15 personas y se encuentra al 60 por ciento de su capacidad. Álvarez recuerda que el pasado año no fue sencillo para la compañía, ya que el coronavirus retrasó las obras para dejar listo Casintra Port. “Teníamos que haber inaugurado en octubre del 2020, hubo un retraso de cuatro meses”, señala sobre unas instalaciones que se salen de la imagen tradicional de las de un puerto. “Hemos querido apostar por la materia prima limpia”, resalta.
Casintra estrena una instalación de 15.000 metros cuadrados en El Musel
Las previsiones de Casintra son halagüeñas para el futuro más inmediato. Así lo explica Francisco Álvarez. “Esperamos tener una facturación de dos millones de euros a finales de año y duplicar esa cifra para el que viene”, explica. El presidente de Casintra también se muestra cauto. No solo porque la pandemia ha afectado a la economía global sino porque el sector del contenedor se encuentra en una crisis global aún de resolución incierta. “La crisis de los contenedores también afecta a El Musel. Esperamos que haya un equilibrio a finales de año y que nuestra situación se normalice en 2022”, confía.
Uno de los grandes objetivos que se marca Casintra es diversificar su línea de negocio. Con la descarbonización, “Gran parte de nuestra flota estaba dedicada al carbón”, relata Javier García, el director de operaciones de Casintra. “Se hacía necesario buscar también otras soluciones de transporte y de logística que nos pudieran dar un valor añadido”, considera García. Y es que ese valor añadido lo buscará Casintra tratando de atraer empresas afincadas fuera del Principado para que exporten sus productos a través del puerto de El Musel. Así lo explica Javier García. “Queremos reforzar el vinculo que hay con las provincias limítrofes porque en León, Zamora o Palencia, por ejemplo, hay muchas industrias que podrían exportar por El Musel”, zanja uno de los directivos de Casintra, una firma que no para de crecer en El Musel.