La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Las infecciones víricas en niños repuntan tras más de un año sin apenas casos

“Las medidas contra el covid-19 se están relajando”, lamentan los pediatras, que vuelven a diagnosticar brotes de gastroenteritis y faringitis

Dos niños, jugando en un parque infantil de El Lauredal. Juan Plaza

Tras más de un año sin apenas incidencias, los pediatras gijoneses alertan de un repunte notable de las infecciones infantiles no relacionadas con el covid-19, un aumento que está provocando ya brotes de gastroenteritis, gastritis y patologías de tipo respiratorio en la ciudad. A juicio de los sanitarios, estos nuevos diagnósticos pueden ser síntoma de que muchos niños han perdido la disciplina adoptada al inicio de la pandemia a la hora de lavarse las manos y alejarse de otros niños, y recomiendan a los padres volver a incidir en estas medidas para evitar un repunte de ingresos hospitalarios. La mayoría de las patologías se están resolviendo hasta ahora desde atención primaria, en consulta, pero si el repunte se vuelve grave y se traslada a la especializada Cabueñes se vería obligado a rehabilitar su planta de Pediatría, ahora mermada para ganar camas para adultos a raíz de la pandemia de coronavirus.

El personal médico explica que el último brote “serio” no relacionado con covid-19 fue a inicios de 2020, cuando coleteaba todavía la epidemia anual de bronquiolitis, causada por el virus sincitial, que sirve siempre como preludio a la campaña de la gripe. Iniciado el estado de alarma, la pandemia borró del mapa ambas patologías, y por estas fechas el año pasado las consultas pediátricas seguían mayormente libres de cualquier virus, ya que el confinamiento había cerrado aulas y escuelas y limitado al máximo la vida social de los más pequeños. “Ahora sí está claro que estamos viendo cosas en consulta que no deberíamos estar viendo, infecciones víricas propias de estas fechas pero que parecen indicar una relajación en las medidas de higiene y mascarilla”, razona Venancio Martínez, pediatra en la ciudad.

Abundan ya los diagnósticos por contagios víricos que provocan gastroenteritis, gastritis, faringitis dolorosa y conjuntivitis. Martínez ayer vio solo ayer en consulta a alrededor de media docena de niños con megaloeritema, una enfermedad vírica altamente contagiosa que provoca una erupción cutánea muy característica. En su mayoría se saldan como infecciones leves, pero el propio diagnóstico denota un cambio en los comportamientos. Las medidas de seguridad impuestas para erradicar la pandemia contra el coronavirus son igual de efectivas para el resto de virus, muchos de ellos con incluso menor capacidad infecciosa, así que el repunte de estos diagnósticos pone en evidencia una posible relajación de estas medidas.

Otras comunidades autónomas están registrando la misma tendencia, y en ciudades como Madrid ya han empezado a registrarse casos de bronquiolitis por virus sincitial, que puede precisar de ingreso hospitalario. “En otras provincias ya se ha visto el sincitial y aquí no, pero sí estamos viendo ya muchos virus, y algunos también causan bronquiolitis”, completan los pediatras del Hospital de Cabueñes, que explican que, de aumentar los diagnósticos, habrá problemas de ocupación en el complejo. La planta de Pediatría se anuló durante la pandemia, precisamente por la escasez de niños enfermos, para ganar camas para adultos. Desde entonces el servicio ocupa una pequeña planta central, con apenas una decena de camas para toda el área sanitaria V. “De momento aguantamos, pero si aumentan los ingresos tendremos que volver a nuestro sitio”, reconocen los facultativos. La única planta libre en el hospital ahora mismo es la quinta y la idea de la gerencia hospitalaria es poder dejarla cerrada en verano junto a la séptima impar, que sin embargo tuvo que reabrir hace días por un ligero repunte de ingresos no relacionados con el covid-19.

Los vecinos critican esperas de más de dos semanas para citas telemáticas

La recuperación paulatina de la normalidad en atención primaria sigue provocando quejas entre los usuarios. A través de la federación vecinal, una paciente del centro de salud de Perchera, Belén Iglesias, refirió ayer haber recibido una cita telemática con su médico de cabecera para el próximo 5 de julio. “Me costó 25 llamadas, porque me derivaba a la centralita general y allí decían que no tenían acceso a la agenda de Perchera, y cuando logré dar con ellos me dicen esto. Tengo una enfermedad rara y muchos dolores, hasta en el hospital me dan largas”, lamentó. Según Manuel Cañete, presidente de la federación de vecinos, su agrupación recibe “muchas quejas similares a diario”, aunque aplaude que su grupo ha logrado concertar para este mes una reunión con la consejería de Salud en la que espera que le digan, “sin dar más vueltas”, cuáles son los planes para reabrir o no los centros de salud en horario de tarde. Antes de la pandemia eran once, pero se dejaron en cuatro para poder reagrupar al personal sanitario. “Las esperas ya no son asumibles”, criticó.

Compartir el artículo

stats