El “Malaspina”, un buque científico de la Armada española, operado por el Instituto Hidrográfico de la Marina, llegó ayer a El Musel para actualizar la cartografía del puerto gijonés, de la ría de Avilés y de otros puertos asturianos más pequeños. Ha comenzado su labor por el puerto gijonés, que fue cartografiado oficialmente por última vez en 2010.

El “Malaspina” es un buque hidrográfico con instrumentos que le permiten cartografiar el fondo marino incluso a grandes profundidades, pero su tarea en las próximas semanas se centrará en las aguas portuarias asturianas, dentro de una campaña para renovar la Cartografía Náutica Oficial del Estado en el Cantábrico, entre la ensenada de San Ciprián (Lugo) y Asturias.

En el Principado comenzó ayer mismo su tarea en El Musel. Además de actualizar la barimetría de las aguas portuarias y de los muelles y pantalanes, su tarea también incluye la medición de mareas y las referencias a las señales marítimas en la costa, además de la comprobación de distintos puntos costeros. Las labores para actualizar la cartografía marina en la costa asturiana se pueden prolongar hasta mediados de agosto, en función de las condiciones meteorológicas.

El “Malaspina”, con 58 metros de eslora por 12 de manga y 5,2 de calado y con 63 tripulantes, cuenta con varias sondas multihaz para medir el fondo marino, diversos sónar y otros equipos de medición. Es una tecnología similar a la que emplea el buque oceanográfico “Ángeles Alvariño”, que logró encontrar en aguas abisales de Canarias, a mil metros bajo la superficie, el cuerpo de una de las dos niñas asesinadas por su padre y que sigue en la búsqueda.

Aunque el “Malaspina” puede llegar a cartografiar a profundidades similares a las del “Ángeles Alvariño”, no dispone en cambio de los medios que le permitirían realizar hallazgos en el fondo, algo que requiere de equipos más especializados. Alguno de sus equipos puede llegar a hacer mediciones hasta 5.000 metros de profundidad, suficiente para cartografiar el Cañón de Avilés, las aguas más profundas que hay frente a la costa asturiana, que alcanzan los 1.200 metros de profundidad a 30 kilómetros de la costa y los 5.000 a 60 kilómetros del litoral.

Los datos que el “Malaspina” recoja en las próximas semanas en aguas asturianas, de entre los que los más importantes serán los relativos a las profundidades reales, serán posteriormente analizados, dentro de un proceso de calidad, por el Instituto Hidrográfico de la Marina.

Este buque, botado en los astilleros Bazán en 1975 y modernizado en 2007, es el segundo de la Armada que lleva el nombre del Brigadier de la Real Armada Alejandro Malaspina (1754-1809), célebre por protagonizar la mayor expedición científica alrededor del mundo de la Ilustración con las corbetas “Atrevida” y “Descubierta”. El buque tiene su base en Cádiz y cada año realiza campañas en distintos tramos del litoral español. Este verano es el turno para Asturias.