Diez hombres vinculados al clan gallego de narcotraficantes “Los Piturros” se han repartido hasta 36 años y medio de cárcel por un delito contra la salud pública y otro de pertenencia a grupo criminal al quedar demostrado que formaban parte de un organizado engranaje para distribuir cocaína –se llegaron a intervenir más de mil gramos de droga en la operación– por toda la región desde varios puntos de Gijón, entre ellos en un kiosco ubicado en la calle Quevedo, en el barrio de El Coto.
Los procesados, la mayoría vecinos de Gijón, fueron juzgados el pasado mes de marzo en la sección octava de la Audiencia. Nueve de ellos alcanzaron un acuerdo con el Ministerio Fiscal (de inicio solicitaba 59 años de prisión) para lograr una rebaja de las condenas. Entre esos acuerdos está el del responsable del kiosco de El Coto, que distribuía las papelinas desde el local y que aceptó cinco años de cárcel.
El único de los acusados que no llegó a juicio y se declaró inocente de los cargos ha sido condenado también, pero con la mayor de las penas impuestas: seis años y medio de cárcel por los dos delitos. Este individuo es precisamente el vínculo con el clan gallego y con domicilio en Villanueva de Arosa, en Pontevedra. Fue este hombre, junto a otro también procesado, quien entregó un bloque compacto y de forma rectangular que contenía los mil gramos de cocaína, según se declara probado en la sentencia de la sección octava, que puede ser recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia de Asturias.
Los implicados se repartían las funciones y, como ocurre en este tipo de grupos delictivos, había distintas escalas. Desde quienes acudían a Galicia a por la cocaína hasta los que la preparaban y distribuían en la ciudad. De esta forma estuvieron operando en Gijón al menos desde septiembre de 2017, cuando arrancó la operación de la Policía Nacional, una de las más importantes del último lustro del Grupo de Estupefacientes de Gijón, que tuvo colaboración de la Udyco de La Coruña.
La adquisición de la mercancía sirvió para que los agentes siguiesen el rastro de la droga a la espera de tirar del hilo y saber cuántas personas más estaban implicadas en la trama. Fueron diez las personas en el banquillo y mil los gramos incautados de cocaína, con una pureza del 67,10% y que en el mercado ilícito hubiese adquirido un valor de 98.372,26 euros. El resto de penas de cárcel impuestas fueron de tres años y seis meses de prisión para cinco de los implicados y de dos años y medio para otros tres procesados. En concepto de multas por un delito contra la salud pública deberán abonar hasta 304.000 euros.
