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Carlos Rivera, un idilio con Gijón “para recordar” con las imágenes desde el escenario

El artista mexicano, que logró en El Bibio el primer lleno de su gira, comparte imágenes con sus seguidores de “una noche única” y agradeciendo el “cariño incondicional” del público

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El idilio de Carlos Rivera con Gijón, en imágenes

Entre la lluvia y el frío se fraguó un idilio entre Gijón y el artista mexicano Carlos Rivera que comenzó a palparse con el cartel de “no hay billetes” en la plaza de toros de El Bibio y que se rubricó con el calor de las canciones de este intérprete que se define a sí mismo como “un compositor de inspiración y no de oficio”.

Prueba del romance, tras un concierto “con el corazón”, fue la despedida de Asturias a través de las redes sociales de este músico y actor que se dio a conocer en España gracias a su papel como “Simba” en el musical de “El rey león”. “Gijón, una noche de lluvia para bailar, bailar, pero sobre todo para recordar. Gracias por estar ahí, por llenar cada sitio, por darme tu cariño incondicional. Fue una noche única”, confesó Carlos Rivera al tiempo que compartía unas fotografías de su concierto en la ciudad que revelaban a sus fans las vistas que tenía desde el escenario.

Carlos Rivera, músicos y bailarines, en el escenario con el público gijonés detrás.

Esa emotiva despedida, que el propio músico ya prometió que sería tan solo un hasta luego, fue germinando canción a canción en el coso gijonés, donde el público, llegado de toda la región, comenzó a entrar en calor olvidándose del orbayu, los chubasqueros y paraguas con los que tuvieron que protegerse de la meteorología. “No sé qué hice en otra vida para merecerlos”, llegó a decir el artista de la localidad mexicana de Huamantla, en Tlaxcala, para agradecer el aguante de un público que se volcó desde el principio con un recital dedicado “al amor, al desamor, a la vida, a los sueños...”. “Bailar sentados también se puede”, recomendó para avivar la noche.

Carlos Rivera, un idilio con Gijón “para recordar”

Tampoco quiso Rivera abandonar esa noche mágica sin tomarse una fotografía con todos los bailarines y músicos que le arroparon durante la velada en un escenario que se les quedó pequeño y, por supuesto, con su rendido público. “Sonrían con los ojos”, solicitaba.

La instantánea resultante fue una de las tantas que decidió subir a su cuenta de Instagram, en una publicación que pronto comenzó a llenarse de miles de comentarios. De esta forma, el artista compartía con sus seguidores lo que él vio y sintió desde el escenario, contemplando el primer lleno de un concierto suyo, aunque con el aforo reducido por culpa de la pandemia sanitaria, en lo que lleva de gira. Gijón marcó camino para más llenos que espera Carlos Rivera en próximas citas.

Carlos Rivera, iluminado por las luces de los móviles del público.

El vibrar de El Bibio quedó plasmado en esas instantáneas de las redes sociales. Una de ellas fue el propio Carlos Rivera el que colaboró a crear, instando al público a que encendiesen las luces de sus teléfonos móviles para, así, “llenar de luz la ciudad”. Una petición a la que el público volvió a entregarse.

El artista mexicano puso el broche a su actuación en Gijón con otra cálida despedida, y tras repasar sus grandes éxitos e intercalarlos con canciones míticas de artistas a los que admira ( “Un barco llamado Libertad”, de José Luis Perales, o “Yo solo quiero”, de Roberto Carlos, fueron dos ejemplos). “Gracias con el corazón, que Dios te bendiga, Gijón”, regaló a sus seguidores. La multitud pedía “otra, otra” canción, pero el espectáculo, al menos por el momento, había finalizado. Aun así, las esperanzas de los gijoneses no tardaron en avivarse de nuevo. “Espero volver pronto,” concluyó un complacido Carlos Rivera que quiso extender el idilio con Gijón un días más, regalándole imágenes de una noche para recordar.

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