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El carril bus de La Calzada da paso a nuevas plazas de aparcamiento y a cambios en el tráfico interno

El traslado de las cabeceras de Emtusa a Gran Capitán deja sitio en Camino de Rubín para 25 vehículos | El gobierno local estudia modificar el sentido de Hernán Cortés para ganar fluidez

Tráfico en Hernán Cortés. Marcos León

Los algo más de mil doscientos metros de carril bus que atraviesa ahora las calles Gran Capitán y Brasil son, por un lado, un ejemplo claro de la apuesta municipal por favorecer el transporte público y, por otro, una pieza más en un ambicioso plan de reordenación de la movilidad en toda el área de La Calzada. Así se defiende desde la concejalía de Movilidad, liderada por el edil Aurelio Martín, que ya tiene en marcha nuevas iniciativas para el barrio. La Calzada es, según la descripción del recién presentado informe de diagnóstico inicial del Plan de Movilidad 2021-2030, uno de los barrios de la ciudad más problemático en materia de movilidad con una alta siniestralidad, una destacada incidencia de polución acústica y atmosférica vinculada al tránsito de camiones por el casco urbano camino del Musel y serias carencias de espacio de aparcamiento.

Precisamente dar soluciones a esa carencia está en el fondo de una iniciativa a ejecutar en pocos días: la generación de 25 nuevas plazas de aparcamiento en el camino del Rubín. Los coches podrán aparcar en el suelo que quede libre tras la decisión de Emtusa de trasladar las cabeceras de las líneas que allí arrancan al inicio de la calle Gran Capitán. Un cambio que se incluye dentro de un proyecto más amplio de reordenación de las líneas del autobús municipal en el que están trabajando los responsables de la Empresa Municipal de Transportes Urbanos.

Hay que recordar que antes de iniciarse las obras del carril bus del barrio, y para compensar la pérdida de algo más de ochenta plazas que generaba la obra más la eliminación de otra veintena en la calle Ruiz, se habilitaron espacios en las calles Martín y Federica Montseny para 124 estacionamientos. Sumadas las futuras en el camino de Rubín desde la concejalía de Movilidad se recuerda que hay un saldo positivo de 45 plazas tras todos los cambios. Y plazas que no se ofertan lejos de las necesidades de los vecinos que usaban las eliminadas. Una de las críticas que han acompañado la puesta en marcha del carril bus. La distancia entre las calles Gran Capitán y Martín no llega a los 200 metros.

El autobús, en la cabecera de Camino de Rubín. Marcos León

Mayor envergadura y complejidad, lo que supone que el proyecto tardará aún bastante en convertirse en una realidad, es la idea municipal de impulsar un aparcamiento para residentes en el entorno de la plaza del Médico Félix Prieto con unas 400 plazas sumando a la construcción de un parking nuevo de iniciativa privada el aprovechamiento de los espacios ya existentes en el subsuelo de varios bloques colindantes propiedad de Vipasa. El Plan de Movilidad contabilizó en el barrio un total de 3.673 plazas de aparcamiento en calzada con una ocupación alta todo el día.

Otro de los cambios que se plantean desde el área de Movilidad para La Calzada es cambiar el sentido de la circulación en la calle Hernán Cortés. La decisión está en fase de estudio y de valoración técnica para garantizar que sea efectiva. El cambio supondría llevar los coches hacia la avenida del Príncipe de Asturias en un intento de rebajar el número de movimientos internos del barrio.

Un autobús de la línea 1 transita por el nuevo carril bus de La Calzada. Juan Plaza

Ganar seguridad y fluidez en el tráfico de la zona fueron también los objetivos de dos actuaciones ya ejecutadas : el doble sentido en la calle Ruiz para convertirla en una salida directa del Lauredal y El Cerillero a Príncipe de Asturias y la eliminación de un punto negro por el alto nivel de accidentes en la confluencia de la calle Martín con Manuel R. Álvarez, que se consiguió al eliminar el carril de la calle Martín que pasó a convertirse en zona de aparcamiento.

En cuanto al carril bus, y pese a las críticas de una parte del vecindario y sus comerciantes, Movilidad reivindica sus efectos positivos en la rebaja del impacto de la contaminación y el ruido, la mejora de la visibilidad de los pasos de peatones para los viandantes y de los negocios para los consumidores al no estar apantallados por coches y un impulso a la fluidez de la circulación al imposibilitar el aparcamiento en doble fila. La bondad para los usuarios de autobús es máxima: el tiempo de recorrido de ese tramo se ha rebajado a la mitad. Algo que no es baladí teniendo en cuenta que eso mejora las condiciones de cinco líneas. Entre ellas la línea 1 que es, con diferencia, la que más usuarios tiene de todas las de Emtusa. Más de 3,3 millones en años sin pandemia. El carril bus de La Calzada es el primero pero el Ayuntamiento ya tiene en cartera otros en Pumarín y La Arena.

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