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Los acusados de la violación múltiple de Gijón niegan los hechos y aseguran que el sexo fue consentido

El juzgado continúa recabando pruebas

Policía en el lugar de los hechos Marcos León

Los cuatro jóvenes de origen portugués detenidos por la supuesta violación en grupo denunciada en la madrugada de ayer en Gijón declararon hoy ante la juez de guardia. Los arrestados aseguran que el sexo fue consentido y negaron ser autores de los delitos que se les imputan. Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Asturias aseguran que la magistrada que por el momento se encarga del caso todavía no tiene todos los atestados necesarios para tomar una decisión sobre el caso por lo que ha decidido prorrogar el arresto de los reos que mañana pasarán de nuevo a disposición judicial.

El suceso causó una gran conmoción en Gijón. Los hechos sucedieron en un alojamiento turístico del barrio de El Carmen, en pleno centro de la ciudad, la madrugada del viernes al sábado. La Policía Nacional detuvo a primera hora de ayer a los cuatro implicados, todos menores de 30 años, en un piso turístico de la calle Pedro Duro, frente a la iglesia de San José, donde pasaron la noche tras completar la agresión. Según las primeras pesquisas, los arrestados conocieron a sus víctimas, una vecina de Gijón y otra de Bergara (Guipúzcoa), por redes sociales y se citaron en un bar desde donde después se dirigieron a una pensión de la calle de El Carmen. Una vez allí, sometieron a base de puñetazos a las dos chicas. Estas tras escapar de la habitación fueron trasladadas por la Policía Local al Hospital de Cabueñes donde fueron atendidas antes de denunciar los hechos. Los implicados pasarán previsiblemente mañana a disposición judicial.

Sheila Sánchez y Javier Rodríguez acceden al número 19 de la calle de El Carmen, donde se encuentra la pensión en la que sucedieron los hechos. | Marcos León

El suceso provocó un tremendo revuelo en la zona y generó un movimiento de repulsa en toda la sociedad asturiana y gijonesa. Según la Policía Local, las dos mujeres habrían conocido en persona a sus agresores en un pub y después les habrían acompañado al alojamiento turístico en el que estos se encontraban hospedados. Las pesquisas tanto de la Policía Nacional como de la Local se centraron primeramente en el número 19 de la calle de El Carmen, en una conocida pensión. Posteriormente se trasladaron a un alojamiento turístico ubicado en el segundo piso del número 16 de la calle Pedro Duro, donde fueron detenidos los cuatro implicados. Ambos negocios pertenecen a los mismos dueños, que colaboraron con las autoridades.

Según las fuentes consultadas, los portugueses habrían reservado en el hospedaje pocas horas antes de consumar la supuesta violación. Las dos mujeres fueron forzadas por los cuatro jóvenes, que se mostraron muy violentos. Uno de ellos especialmente. Completada la agresión y según explicó la Policía Local a primera hora de la mañana, las dos mujeres abandonaron por sus medios la habitación y avisaron a las autoridades. Una patrulla de la Policía Local las trasladó en mitad de la noche al Hospital de Cabueñes, donde fueron examinadas. Posteriormente, denunciaron los hechos. Una de las agredidas es vecina de Gijón y la otra reside en Bergara, una localidad vasca de menos de 15.000 habitantes a unos 60 kilómetros de San Sebastián. Vino a Gijón a pasar unos días de vacaciones con su amiga. Según el relato vecinal, los hechos acontecieron entre las dos y las cuatro de la mañana. Fue sobre las 2.00 horas cuando una joven llamó a varios timbres de los descansillos del número 19 de la calle de El Carmen. Preguntaba por varios jóvenes portugueses que estaban alojados en la pensión. Primeramente, le abrió la puerta una veinteañera que le explicó que estaba llamando a un domicilio privado y que ella no sabía nada de ningunos jóvenes lusos. La chica fue probando en todos los timbres. También en el de Javier Rodríguez, otro vecino, que le contestó a través de la mirilla. “Hablaba de un ascensor como en obras, con un cartón en el suelo”, explicó este hombre. La descripción de ese ascensor encaja con el del número 19 de la calle de El Carmen, que efectivamente tenía ayer por la mañana un cartón en el suelo.

Ya sobre las cuatro de la mañana, la madre de la veinteañera que primeramente abrió la puerta a la joven comenzó a sentir revuelo en el patio interior del edificio y vio a la chica acompañada por varios agentes de la Policía Local. Pocos minutos antes se había producido la llamada de las jóvenes a los agentes, que recibieron el aviso de personarse en las inmediaciones de la iglesia de San José. “La patrulla fue requerida por una de ellas que habría salido de su casa para denunciar los hechos que se produjeron en un hotel próximo a ese lugar”, apuntaron fuentes municipales a media mañana de ayer.

Paralelamente a la visita de las jóvenes al centro médico de Cabueñes, tanto la Policía Local como la Policía Nacional emplearon toda su capacidad para apresar a los responsables. Los agentes fueron puerta por puerta en el número 19 de la calle de El Carmen en busca de los portugueses e identificaron a todos los jóvenes que pudieran encajar en la descripción ofrecida por las chicas. Fue el caso de dos salmantinos alojados en esa misma pensión a los que les solicitaron el DNI. “Se notó mucho revuelo, nos quejamos a la dirección del hotel, pero no sabíamos que había pasado algo así”, apuntó otra pareja alojada en la pensión para pasar unos días de vacaciones.

La detención se produjo cerca de las ocho de la mañana en el número 16 de la calle Pedro Duro. Corrió a cargo de la Policía Nacional, que bajó esposados a los cuatro supuestos responsables. Tres de ellos permanecieron en completo silencio, aunque uno de ellos demostró resistencia verbal a la detención. Fueron trasladados a la comisaría de El Natahoyo, donde se les tomó declaración durante toda la jornada. Aunque fue llamado el abogado del turno de oficio, este no tuvo que intervenir ya que los detenidos ya contaban con otro letrado. La previsión es que sean puestos a disposición judicial mañana, lunes. Agentes de la Policía Científica requisaron pruebas del número 16 de la calle Pedro Duro para poder esclarecer los hechos de un suceso que ha conmocionado a toda Asturias.

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