Un vecino de Gijón de 73 años, David Fernández Avella, fue localizado muerto el pasado viernes a las afueras de Penoselo, en el municipio leonés de Vega de Espinareda. Su cuerpo sin vida fue localizado por efectivos de el Seprona y de Protección Civil de Fabero y Carracedelo, ambos municipios de la comarca de El Bierzo. Pese a que todavía no se ha realizado la autopsia, efectivos de la Guardia Civil apuntan como posibles causas de la muerte un golpe de calor o un fallo cardíaco. No obstante, no se han proporcionado muchos detalles sobre el suceso.

Lo que sí se conoce es que el vecino de Gijón fue visto con vida por última vez la mañana del jueves, cuando salió a dar un paseo por los alrededores del pueblo con su yerno como único acompañante. Cuando la víctima le propuso acercarse a un manantial ubicado en esa zona y alargar el trayecto, este último se negó, volviendo a la aldea y dejando solo al fallecido. Esa misma tarde, su desaparición fue denunciada a la Guardia Civil y se inició una búsqueda que involucró a los vecinos del pueblo, que iniciaron una batida para ayudar a las autoridades, en busca de algún posible rastro que les condujese hasta al fallecido.

No hubo pistas. Lo que se encontró durante la batida fue el cuerpo sin vida del vecino gijonés en una zona cercana a un manantial, a 4 kilómetros del pueblo y sin señales de violencia. Los efectivos que participaron el rescate del cuerpo tuvieron que hacer uso de un helicóptero, por la dificultad de acceso a la zona. Aunque nativo de Penoselo, donde tenía una casa y familiares que allí residen, entre ellos, hermanos, el fallecido era vecino de Gijón desde hacía años. Se encontraba de visita cuando se produjo el suceso. “Era una zona que conocía bastante bien, se crió aquí de joven, creció paseando entre estos montes”, apuntó Santiago Rodríguez, alcalde de Vega de Espinareda. Se desconocía si tenía alguna enfermedad previa. A lo largo del día de hoy se producirá el traslado del difunto a la ciudad.