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El Incar hace otro informe sobre el carbón de San Lorenzo para replicar a El Musel

El organismo había apuntado como origen al Puerto, que encargó un estudio que atribuye el problema al buque hundido “Castillo de Salas”

Una mancha de carbón en la playa a finales del pasado mes de mayo. | Marcos León

El Instituto de Ciencia y Tecnología del Carbono (Incar), integrado en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, ha elaborado un nuevo análisis sobre el origen del carbón de la playa de San Lorenzo, con un informe en el que replica al estudio encargado por la Autoridad Portuaria de Gijón. El documento encargado por el Puerto atribuye las manchas que periódicamente tiznan la playa al cargamento que transportaba el buque “Castillo de Salas”, desparramado en la bahía cuando se partió en dos frente al Cerro de Santa Catalina el 11 de enero de 1986, hace 35 años. Un estudio previo del Incar había apuntado hacia la actividad granelera de El Musel como el probable origen de la mayoría del carbón.

Ese informe para el Puerto, firmado por los geólogos Germán Flor Blanco, de la Universidad de Oviedo y Félix Mateos, de la empresa GEA Asesoría Geológica, elaborado en base al análisis del oleaje, la orografía marina y el análisis de 12 muestras de carbón, llega a unas conclusiones que entran en contradicción con el estudio que previamente había elaborado el Incar para el Ayuntamiento de Gijón, adelantado por LA NUEVA ESPAÑA, en base al análisis de cerca de 200 muestras de carbón.

El pasado 17 de diciembre, la responsable del área del Incar que elaboró el primer informe sobre el carbón en la playa, Isabel Suárez, lo presentó en el Ayuntamiento detallando la metodología de análisis de las cerca de 200 muestras y señalando sobre el origen del carbón en la actividad portuaria que “es sota caballo y rey”. Ese primer informe del organismo del CSIC constató que el 61,7% del carbón que componía las manchas del año 2019 y el 68,4% de las de 2018 es imposible que procediera del “Castillo de Salas”, porcentaje que se eleva al 75,3% respecto al conjunto del carbón que se encuentra en la playa. El resto, siendo compatible con el que traía el barco, no supone que proceda del mismo, según la tesis del Incar. Cada clase de carbón tiene una composición distinta, lo que permite ese análisis.

La metodología empleada en el informe encargado por la Autoridad Portuaria es distinta. En lugar de analizar como un todo cada muestra de carbón, analizaron grano por grano. Entre las 12 muestras que analizaron, dos recogidas con buzos y que los autores del informe para el Puerto aseguran que proceden del “Castillo de Salas” en zonas de la bahía donde se supone que se esparció la carga y en las que encontraron 9 clases distintas de carbón en vez de las 3 que Incar atribuye al carbón de los Apalaches (EE UU) que transportaba el “Castillo de Salas”, en base a la documentación del cargamento del barco.

En base a eso, el informe de Germán Flor y Félix Mateos para el Puerto sostiene que el 89,95% de los granos de las manchas de carbón de la playa entre 2018 y 2020 son compatibles con el mineral que traía en sus bodegas el buque hundido en 1986, sin que se pueda afirmar que el porcentaje restante no pudiera proceder también del buque. Los análisis se encargaron a un laboratorio estadounidense. Este informe fue presentado en la sede de la Autoridad Portuaria de Gijón el pasado 28 de mayo.

El informe del Puerto ha sido analizado el Incar, cuyo director, Fernando Rubiera ha apoyado a Isabel Suárez. Ambos doctores presentarán este mediodía en el Ayuntamiento su propio informe sobre el estudio firmado por Germán Flor y Félix Mateos, en un acto que contará con la participación del concejal de medio ambiente, Aurelio Martín.

El Principado y el Ayuntamiento han incrementado en los últimos años sus exigencias al Puerto a empresas operadoras para evitar los vertidos de carbón al mar, tanto por el viento como arrastrado por el agua de lluvia y el de riego de las parvas. El Puerto, por su parte, invierte cada año unos cuatro millones de euros en mejoras ambientales.

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