A punto de recuperar un volumen de visitas similar al de antes de pandemia, el Jardín Botánico inauguró ayer un nuevo espacio, el “Rincón de la Poesía”, que toma forma con varios paneles con poemas en un cenador en el Jardín de la Isla. La iniciativa corre a cargo de la asociación de amantes de la poesía “Encadenados”, que renovará la instalación cada trimestre. El primer elegido ha sido el recientemente fallecido Francisco Brines, último Premio Cervantes. “A él le hubiese gustado verse aquí”, asegura la agrupación.
El nuevo rincón poético del Botánico es un pequeño cenador con bancos y cubierto por una bóveda con vegetación en el que ahora figuran una decena de paneles sobre la vida y obra del autor y varios de sus poemas más icónicos, como “Los sinónimos” y “Trastorno en la mañana”. Según Carmen Sánchez, integrante de “Encadenados” y organizadora del proyecto, el grupo llevaba cinco años tratando de impulsar esta iniciativa, ya presente en otros botánicos de Europa. “Usaremos también este espacio para hacer nuestras presentaciones y recitales. El objetivo es que podamos contagiar a los demás nuestra pasión por la poesía”, asegura. Carmen Echegaray, presidenta de la asociación, aclara que su grupo nació el pasado 2005 a raíz de los talleres de la Universidad Popular, y que ahora mismo cuenta con once socios. Su idea es elegir a un poeta nuevo cada tres meses. Ya están pensando en Ángel González y Antonio Gamoneda, y buscarán que los textos incluyan referencias a la naturaleza y el aire libre.
Visitas al alza
El edil Aurelio Martín, presente ayer en la presentación el proyecta, aseguró que los estragos por la pandemia están dando ya sus últimos coletazos en el Botánico. “En julio de 2019 hubo 13.703 visitas y, el mes pasado, 12.173. Esperamos que este agosto sea un mes muy bueno y se recupere la normalidad en la afluencia de usuarios”, señaló.
