El coronavirus arrebató el verano pasado sus fiestas a los 15.000 socios que forman la “gran familia” del club natación Santa Olaya. Ha llegado el momento de volver a disfrutar. Del 4 al 8 de este mes tendrán lugar unas fiestas que incluyen en su programación una veintena de actividades, que van desde la risoterapia hasta el submarinismo. Sin olvidar las citas deportivas. Y el pregón, del que este año se encarga el actor Alberto Rodríguez.
Poder reunir de nuevo a los socios en las fiestas ya es un triunfo. “Volvemos a medio gas, pero lo importante es que las podemos retomar”, celebra su presidente, José Enrique Plaza, quien asegura, además, que “los más pequeños son los que más lo agradecen”. El vicepresidente segundo, Gonzalo Méndez, mantiene el mismo tono jovial. “Para estas cosas, lo importante es tener ganas y la gente guarda mucho cariño a la fiesta”, explica.
Y no es para menos, ya que la amplia oferta lúdica y deportiva que plantean a sus abonados tiene citas para todos los gustos. El primer día de festejos arranca con el triatlón CNSO a las 11.30 horas, “una prueba deportiva fuerte a nivel nacional”, recuerda Méndez. Constituye, junto con la competición de cross con subida a la Campa Torres –que tendrá lugar el miércoles a las 11.00 horas–, los dos clásicos deportivos de la celebración.
El tercer evento mítico en el club, sin embargo, ha tenido que sacrificarse. La comida que reunía a los socios en el césped de las instalaciones resulta incompatible con las medidas sanitarias actuales impuestas por la pandemia. “Empezó en un merendero, donde todo el mundo llevaba algo para picar. Por eso era algo tan esperado, una manera de juntarnos todos”, lamenta el vicepresidente. La parte más ambientada del evento, una verdadera romería con orquesta y escenario durante los dos últimos días de fiestas, también se sustituirá con conciertos “algo más tranquilos” que cerrarán, cada día, el conjunto de actividades. “Buscamos que tengan ganas de mover los pies, pero no de levantarse”, bromea Méndez.
Entre eventos para adultos y planes más infantiles, también han querido contar con sus socios adolescentes. El programa incluye la novedad de un torneo de Fornite. “Quisimos incluir sus intereses porque a veces parece que nos olvidamos de ellos”, justifica el organizador. Pero lo que verdaderamente recoge el espíritu de esta fiesta es el propósito de que “todo el mundo pueda participar, y nadie se tenga que quedar fuera por las nuevas medidas”, explica Méndez. Aunque todas las actividades requieran inscribirse antes, eso no significará que haya un límite de plazas, porque el club se asegurará de aumentar el número de responsables en cada una. “Lo importante es que se lo pasen bien”, sentencia Méndez.